Al menos 800 personas habrían sido asesinadas en noviembre del año pasado en la ciudad más sagrada de Etiopía, a manos de soldados eritreos, así lo afirman varios testigos de Axum, donde la población cree que está ubicada el Arca de la Alianza (el cofre de madera cubierto de oro que, según la tradición judía, contiene las tablas de los diez mandamientos). La matanza está relacionada al conflicto armado entre Tigray y Eritrea que había finalizado en 2018; sin embargo, se reanudó a finales del año pasado.
El conflicto entre estas dos regiones reinició en noviembre pasado cuando el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, acusó a las fuerzas regionales de Tigray de atacar al Ejército etíope. Ahora, el mandatario rechaza la injerencia externa ante las peticiones de acceso a la zona para investigar lo sucedido; a pesar de los testimonios, niega las muertes de civiles, así como la presencia de miles de soldados de Eritrea.
Poco se sabe de la situación a causa del bloqueo informativo, pero según testigos, los combatientes etíopes y aliados persiguieron a los líderes fugitivos de la región de Tigray, lo que derivaría en la masacre de unas 800 personas.
Con base en testimonios recogidos por la agencia AP, cientos de cadáveres quedaron esparcidos por las calles durante días, y por las noches las hienas acudían hasta ellos para alimentarse, ya que los militares eritreos prohibieron enterrar los cuerpos.
Uno de los testigos de los hechos es el diácono local, quien afirmó que ayudó a contar los restos que las hienas dejaron luego de alimentarse. Entonces colectó las tarjetas de identificación de las víctimas y ayudó con los entierros en fosas comunes.
De acuerdo con sus dichos, cree que unas 800 personas murieron ese fin de semana en la iglesia y alrededor de la ciudad, además afirma que miles en Axum han muerto en total. “Si vamos a las zonas rurales, la situación es mucho peor”, refirió el diácono.
La negativa del gobierno etíope a la injerencia internacional se ve comprometida con la difusión de testimonios como el del diácono. Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores reconoció el jueves que “la violación, el saqueo, los asesinatos masivos crueles e intencionales” podrían ocurrir en un conflicto donde “muchos están armados ilegalmente”. En su declaración culpó a las fuerzas de Tigray por dejar a la región “vulnerable” y dijo que cualquier delito grave será investigado. Sin embargo, no mencionó a los soldados eritreos.
La ciudad de Axum posee un gran significado tanto para los ortodoxos tigrayanos como para todos los cristianos ortodoxos del país, pues se cree que allí fue trasladada el Arca de la Alianza, construida para guardar las tablas de los 10 mandamientos de Moisés.
Miles de personas se habrían reunido en la iglesia de Sion a finales de noviembre del año pasado para celebrar el día en que los etíopes creen que el Arca de la Alianza fue llevada allí después de que desapareció de Jerusalén en la antigüedad.
Además, la iglesia se había convertido en un refugio para las personas que huyeron de los combates en otros lugares de Tigray, mientras se llevaban a cabo los servicios de adoración dos días antes del aniversario.
El diácono afirma que los soldados enemigos irrumpiendo en la iglesia, arrinconando y arrastrando a los fieles y disparando a los que huían.
Al respecto dijo: “Me escapé por casualidad con un sacerdote. Cuando entramos a la calle, oímos disparos por todas partes”. La mayoría de víctimas murieron ese día, refirió, pero los disparos y saqueos continuaron al día siguiente.
De acuerdo con el diácono, su trabajo es permanecer con su iglesia, donde los servicios continúan a pesar del conflicto. Además declaró:“También estamos protegiendo a la iglesia. Incluso ahora, te estoy hablando desde allí. No estamos armados. Lo que hacemos es principalmente mirar. Y, por supuesto, rezar para que Dios nos proteja”.
