Vaya que las revelaciones que se han publicado en Imagen Poblana respecto a la conveniente cercanía de Fernando Manzanilla y Genoveva Huerta han causado escozor. Tanto han incomodado estas columnas y reportajes que el diputado federal del PES y la dirigente del PAN se han exhibido solos.
Tras el tuit lanzado por el empleado de Manzanilla, de nombre Jesús Ramos, que ya fue explicado de manera excelsa por mi colega Miguel Cordero, la panista y el legislador optaron por pactar un burdo "enfrentamiento" en redes sociales.
La “pelea” entre Huerta Villegas y Manzanilla fue al estilo de las peleas arregladas de Jorge Kawaghi. ¿No me cree? Cheque usted:
“Cuando una mujer dirige un partido y toma decisiones, siempre se cuestiona si hay un hombre atrás dándole órdenes. Se equivocan, yo NO pacto con Morena y sus aliados. Fernando Manzanilla representa los intereses mezquinos de López Obrador y en el PAN Puebla le decimos NO la #4T”, escribió Huerta.
Y Manzanilla respondió:
“No te equivoques Genoveva Huerta, yo represento junto con la #4T al pueblo y ustedes, a los mezquinos intereses de la derecha conservadora que por años lleva mintiendo y robando al pueblo”.
¡Uy, qué fuerte!
Pero ese pleito tuitero no se lo creyó nadie, pues es evidente que ambos tuits salieron de la misma cabeza. Fue, perdonen la aberración, un monólogo de dos.
Y basta ver las respuestas que recibieron ambos personajes, sobre todo Genoveva Huerta, a quien muchos panistas vapulearon vía Twitter, evidenciando que los acuerdos entre ella y Manzanilla son más que evidentes.
Ojo, dije acuerdos, pues la dirigente del PAN convenientemente deforma palabras para convertirlas en una inexistente crítica hacia ella por el hecho de ser mujer.
¿Qué dirán estos personajes si Genoveva sigue bloqueando sin argumentos a Eduardo Rivera?
¿Qué pasará si Silvia Argüello termina con una candidatura a diputación o con un lugar en la planilla de regidores?
¿Acaso seguirán fingiendo enemistad cuando los acuerdos entre Manzanilla y Huerta Villegas están a vista de todos?
Lo cierto es que la verdad no peca, pero incomoda a esos personajes que son como lobos con piel de cordero.
Tiempo al tiempo, como siempre.
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