El feminicidio de una joven de 18 años a manos de su expareja, un policía de 25 años, ha suscitado la indignación en Argentina y las protestas no se han hecho esperar, ya que la ahora occisa denunció al sujeto 18 veces por violencia de género y terminó asesinándola de varias puñaladas.
Tras el homicidio de Úrsula Bahillo, de 18 años, un grupo de familiares de víctimas de feminicidios se manifestó ayer junto a cientos de personas en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para exigir justicia por los crímenes de género que padece el país.
La joven se convirtió en la víctima número 44 de violencia de género este año. Por ello, el grupo de Familiares Sobrevivientes de Femicidios se congregó frente a la sede del Ejecutivo argentino, a fin de que se establezcan medidas concretas para acabar con los asesinatos de mujeres.
Úrsula aviso, fuimos a hacer la declaración y les chupo un huevo nos dieron un papel de mierda y nada más y hoy mi amiga está MUERTA. Ojalá se haga justicia por ella y por todas. Perdón ursu por no poder haber echo más pic.twitter.com/mWtrIBqr6z
— M (@MiliiAlmiron) February 9, 2021
La rabia de la sociedad incrementó tras darse a conocer los últimos mensajes de Úrsula con sus amigas y gente que la acompañó para denunciar el caso de violencia de género: "Si me matan ya sabés quién fue", escribió la víctima a Belén Miranda, que también fue pareja del homicida.
Al respecto, el padre de otra víctima de feminicidio dijo a Efe: “Es increíble tener que hablar que ella (Úrsula) no está más entre nosotros, que la hayan ninguneado en la comisaría... No le prestaron atención, tuvo la valentía para denunciar y no le prestaron atención".
Por su parte, la madre de Úrsula, quien pidió "como mínimo" la cadena perpetua para el asesino, refirió a los medios de comunicación: "Queremos justicia porque quien mató a mi hija es un efectivo de la Policía de Buenos Aires, que fue denunciado varias veces por violencias de género". Por ahora Ezequiel Martínez, el homicida, está detenido.
Por último, el padre de una de las víctimas criticó la ausencia de protocolos eficaces y de "perspectiva de género": "Hay una ley acá, que es la ley Micaela (que establece la capacitación obligatoria en cuestiones de género), que no le prestan atención. Enseñarle perspectiva de género al hombre o a la mujer que te tiene que atender en un escritorio, escuchar, porque ningún caso es igual al otro. Si vos no escuchás, no podés cuidar y si no las van a seguir matando", aseguró.
