Una mujer alemana de 95 años ha sido acusada de ser cómplice del asesinato de más de 10,000 personas en el campo de concentración de Stutthof, durante la Segunda Guerra Mundial, así lo informó la agencia AP.
El caso está a cargo de un tribunal alemán de menores, porque la mujer tenía menos de 21 años cuando trabajó como mecanógrafa y secretaria del comandante del campo.
Se le acusa de ayudar a los encargados del campo a llevar a cabo "la matanza sistemática de prisioneros judíos", partisanos polacos y prisioneros de guerra rusos. También es señalada de complicidad en un intento de asesinato, cargo que se refiere a las decenas de miles de personas que sobrevivieron a pesar de las brutales condiciones y el trato cruel que se les impuso.
A pesar de su avanzada edad, la sospechosa, Müller-Rakow, está en buen estado de salud para ser juzgada.
De acuerdo con los informes del caso, la acusada trabajó en el campo de concentración de Stutthof, establecido en 1939, al este de la ciudad de Gdansk, en la costa báltica de Polonia, desde junio de 1943 hasta abril de 1945, como ayudante del comandante. En ese entonces utilizaban cámaras de gas para exterminar a los prisioneros.
Este no es el primer caso sobre procesos contra personal que laboró en campos de concentración. En los últimos años los fiscales alemanes han procesado a más miembros del personal de nivel inferior de dichos sitios. Destaca el enjuiciamiento de John Demjanjuk, un exguardia de otro campo que se determinó era cómplice de un asesinato en masa. El hombre, que había residido en EU, tenía 91 años cuando un tribunal alemán lo condenó.