Eduardo Rivera Pérez es sin duda el mejor perfil que tiene el PAN para competir por la alcaldía de Puebla.
Todos lo quieren como candidato, desde panistas hasta priistas, pasando obviamente por perredistas, que ven en el otrora alcalde capitalino al próximo inquilino de Palacio Municipal.
La única que no quiere a Rivera Pérez es Genoveva Huerta, la dirigente estatal del PAN.
Pero Huerta Villegas no bloquea a Lalo Rivera por decisión propia. Por supuesto que no. La orden viene directamente de Fernando Manzanilla Prieto.
Y es que el diputado federal del PES quiere hundir al PAN y para eso requiere de Genoveva Huerta.
Le cuento, amable lector.
Es una realidad que a Fernando Manzanilla no le conviene que Eduardo Rivera Pérez sea el candidato de la alianza PAN-PRI-PRD porque el triunfo para esta coalición estaría casi garantizado y eso mermaría sus aspiraciones para 2024.
Una fuente muy confiable comentó a este columnista que, con el apoyo de Genoveva Huerta, Manzanilla busca que el PAN pierda la capital nuevamente, dejándole el camino libre para hacer alianzas y fortalecer su “proyecto” con miras a la gubernatura.
La única manera en la que Manzanilla Prieto le dará la orden a Genoveva Huerta de dejar de bloquear a Eduardo Rivera, es que la mayoría de la planilla de regidores sean de personajes leales a la dirigente panista y al exsecretario de Gobernación.
Por este motivo, en la planilla de regidores deben aparecer políticos de medio pelo como Eduardo Alcántara, Roberto Orea, Guadalupe Leal, Fernando López y Silvia Argüello, quien desde hace más de un año es muy amiga de Fernando Manzanilla.
Eduardo Rivera tiene la gran ventaja de que incluso sin ser candidato del PAN puede ganar la alcaldía. Es en este escenario donde se asoma Movimiento Ciudadano, quien sin dudarlo le daría la candidatura al panista.
El PRD incluso estaría pensando ir en solitario en la capital con Eduardo Rivera como candidato, algo que rompería con la alianza con PRI y PAN en la Ciudad de Puebla.
Me cuentan que el plan de Fernando Manzanilla está en marcha y tiene como principal aliada a Genoveva Huerta, quien sin importar los intereses del panismo poblano, apuesta por destruir a su propio partido político.