Expertos de Israel han descubierto que la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech es 33 % más baja en su efectividad que lo estimado en un principio por la farmacéutica durante los ensayos clínicos. Reino Unido ha asegurado que estudiará “con mucho cuidado” su calidad.
En entrevista para el canal de televisión Sky News, el asesor científico del Gobierno británico, Patrick Vallance, se refirió a los hallazgos llegados de un análisis hecho por expertos de Israel, país donde la vacuna comenzó a distribuirse antes que en Reino Unido.
Los datos obtenidos apuntan a que la protección de la vacuna de Pfizer, tras administrarse una primera dosis (de un total de dos), es 33 % más baja que lo estimado en un principio durante los ensayos clínicos de la farmacéutica, ya que apuntaban a un 52 % luego de la primera dosis y más de 90 % con la segunda.
El alto porcentaje de efectividad en el corto plazo fue decisivo para que Reino Unido retrasara la inoculación de la segunda dosis hasta 12 semanas, en lugar de esperar solo tres. Por ello, el primer ministro Boris Johnson consideró más importante inmunizar al mayor número de personas posible con la inyección inicial y esperar más tiempo para inocular la segunda dosis.
De acuerdo con The Guardian, las alertas se han despertado luego que miles de israelíes enfermaron después de vacunarse. Sin embargo, la responsable de Salud Pública de Israel, Sharon Alroy-Preis, dijo que en la mayoría de los casos los vacunados aún no habían desarrollado anticuerpos suficientes antes de volver a exponerse al virus.
Al respecto, Patrick Vallance dijo que la pandemia en el Reino Unido alcanzó un récord de fallecimientos diarios por COVID-19 de 1,610 muertes. "Por el momento es muy, muy mala, con mucha presión (para el sistema sanitario público) y en algunos casos parece una zona de guerra en cuanto a las cosas con las que algunas personas tienen que lidiar", dijo.
