Trastornado padre antivacunas mata a su hijo y luego comete suicidio

Trastornado padre antivacunas mata a su hijo y luego comete suicidio

Foto: Pixabay

Luego de que autoridades de San Francisco encontraran muertos en su casa a un padre y su hijo de nueve años el pasado miércoles, se presume un asesinato a causa de una disputa de vacunas. 

 

De acuerdo con informes policiales, Stephen O’Loughlin de 49 años fue descrito como un antivacunas con enfermedades psiquiátricas, por lo cual se presume que habría asesinado a su hijo y luego cometido suicidio. Enfrentaba una batalla legal por la custodia del niño con su ex esposa, con quien sostenía discusiones sobre las vacunas y atención médica del menor.

 

El día del asesinato, la madre llamó a la policía tras enterarse de que su hijo no se había presentado a clases en Convent & Stuart Hall, la escuela católica donde asistía Pierce y por la cual pagaban 35,000 dólares anuales.

 

De acuerdo con la abogada de la madre, Lorie Nachlis, O’Loughlin padecía una enfermedad mental de años atrás que no se atendió, lo cual lo volvía paranoico con las vacunas y estaba obsesionado con la salud de su hijo. Además, O’Loughlin y su esposa habían estado involucrados en una amarga batalla por la custodia que giraba en torno a la atención médica de su hijo.

 

El padre se había negado a que su hijo fuera vacunado desde una edad temprana. Argumentaba que Pierce estaba lesionado por las inoculaciones y había padecido efectos secundarios graves como resultado de recibir inyecciones cuando era bebé, incluidos vómitos y una pérdida de peso dramática.

 

Los abogados de O’Loughlin argumentaron que “no se trata sólo de un padre ‘antivacunas’ que busca evitar que su hijo sea vacunado. Para el niño promedio, la relación riesgo-beneficio de las vacunas está a favor de las vacunas. Sin embargo, para un determinado subconjunto de la sociedad, ese no es el caso. Pierce es una de esas personas”.

 

La madre negó las afirmaciones de su exmarido y afirmó que los médicos de su hijo recomendaban positivamente que estuviera vacunado. “La postura (de O’Loughlin) sobre las vacunas había adquirido un tono de culto”, aseguró.

 

La abogada de la madre respondió a las afirmaciones de que Pierce fue asesinado solo por la disputa de sus padres por las vacunas:Sí, los padres no estuvieron de acuerdo con las vacunas, pero no estuvieron de acuerdo con otros temas que afectan el bienestar del niño. De hecho, no estaban de acuerdo sobre si Pierce era un niño sano o un niño enfermo. ¿Su nariz tapada era producto de alergias o algo más grande? Pierce no fue asesinado por un desacuerdo sobre la congestión nasal y no fue asesinado por un desacuerdo con respecto a las vacunas. Lo mataron por razones mucho más complejas”, detalló.

 

La defensora argumentó que el padre concretó el asesinato-suicidio porque estaba perdiendo el control de la situación.

 

Este crimen se suscitó en un contexto en el que varias personas afirman que las vacunas causan daño; sin embargo, múltiples estudios científicos han mostrado lo contrario.

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