
El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta, instruyó a la Secretaría de Salud y a Seguridad Pública a llevar a cabo operativos para detectar lugares donde se venden pruebas COVID-19 falsas, como se ha denunciado en las últimas horas.
Diversos reportes indican que en el centro histórico se están ofertando pruebas rápidas de COVID-19 de dudosa procedencia, con precios que van de los 200 a los 450 pesos.
Por este motivo, Barbosa Huerta pidió que se verifique si estas pruebas COVID-19 cuentan con alguna autorización y en caso de que no se tenga impidan su venta
En este tenor, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García señaló en rueda de medios que este tipo de pruebas rápidas no cuentan con el aval del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE).
Por este motivo pueden arrojar falsos negativos o falsos positivos que mantienen en riesgo de contagio a la persona que se aplica estas pruebas.
Respecto al posible regreso de Puebla al color rojo en el semáforo epidemiológico, el gobernador Luis Miguel Barbosa aceptó que esta posibilidad es latente debido al incremento de contagios que se ha presentado en las últimas fechas.
El mandatario recordó que Puebla Capital está en rojo, mientras que las otras regiones del estado están en un amarillo ascendente que se puede convertir a naranja, motivo por el que se han tomado las medidas para bajar el índice de contagios.
Señaló que Puebla está viviendo las consecuencias de la indisciplina de las fiestas decembrinas, adelantando que antes del 25 de enero, fecha en la que se cumple el cierre de actividades decretado por alerta máxima, se anunciarán nuevas medidas.
Un total de 849 nuevos contagios de COVID-19 se reportaron este fin de semana en Puebla, llegando a un acumulado de 54,845 casos positivos.
En estos momentos hay 1,948 casos activos, 1,293 hospitalizados, 184 con ventilación asistida, y 6,765 defunciones.