Por ser considerado denigrante para aborígenes y otras etnias, un queso australiano llamado “Coon” cambiará su nombre por “Cheer”, luego de los esfuerzos emprendidos por un activista aborigen.
Este cambio sucede luego de que la empresa Saputo, fabricante del queso, explicara en un comunicado que con el cambio de nombre se pretende “construir una cultura de aceptación, inclusión y respeto en donde todos tengan un sentido de pertenencia”.
De esta manera, la empresa se une a muchas más a raíz del fortalecimiento del movimiento antirracista Black Lives Matter, como la marca de hot cakes Aunt Jemima, propiedad de Pepsi, que mediante un estereotipo representaba a Nancy Green, una cocinera afroamericana nacida esclava en el siglo XIX.
Para el caso del queso, “coon” es una abreviación de “racoon” (mapache), que surgió durante la época de la esclavitud en Estados Unidos, y designaba de forma peyorativa a las personas de piel oscura para señalarlas como holgazanas, asustadizas, entre otras características denigrantes.
Pero fue el activista aborigen Stephen Hagan quien hizo lo propio para que el nombre de dicho producto fuera cambiado, ya que desde hace veinte años insiste en la modificación mediante cartas enviadas a Saputo.
En respuesta, la firma emitió un mensaje en su portal de internet, en el que explicaba que la marca se bautizó con ese nombre en honor a Edward William Coon, quien patentó una técnica para fabricar queso en Filadelfia en 1926, con lo cual negaba toda vinculación con el término peyorativo hacia personas de piel oscura.
Sin embargo, Hagan argumentó, en un artículo publicado en The First Nations Telegraph en 2014, que William Coon fue un inmigrante ruso analfabeta que laboró como obrero y que dicha patente fue lanzada con su nombre diez años después de que el queso estuviera en el mercado.
El reclamo de Hagan es sólo una de varios logros en materia de reconocimiento racial que los indígenas australianos han logrado, como el cambio de una parte del himno nacional para integrarlos.
A pesar de ello, la presencia de los indígenas australianos, 3.3% de la población de 25 millones de habitantes del país, aún no ha sido reconocida en la Constitución, que data de 1901, ya que no menciona ni reconoce a los aborígenes ni a los isleños del Estrecho de Torres como los primeros habitantes del país.