
Lastimosamente necesarias han resultado las medidas tomadas por el Gobierno de Puebla ante el alza de contagios de COVID-19 en la entidad, que tienen a los hospitales del estado en un riesgo latente de colapso.
La administración de Luis Miguel Barbosa Huerta está dispuesta a asumir el costo político que podría tener este cierre de actividades hasta el 25 de enero, pues resulta preferible a una mayor pérdida de vidas en Puebla por el coronavirus.