La vacuna Sputnik V contra el coronavirus es objeto de ataque mediático por motivos políticos, denunció el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), fabricante del fármaco.
"La primera vacuna contra el coronavirus registrada en el mundo ha sido objeto de un ataque mediático negativo en Rusia y en otros países por motivos de competencia o por motivos políticos", informaron en el fondo.
La organización apuntó a informaciones falsas en los medios sobre las características, la producción y las negociaciones con eventuales socios.
Como ejemplo, puso las informaciones sobre el presunto rechazo de Ankara a la vacuna rusa.
Este miércoles 9 el canal Haberturk informó, citando al ministro de Sanidad turco, Fahrettin Koca, que Turquía no iba a comprar la vacuna rusa Sputnik V porque "no cumple con los estándares de las buenas prácticas de laboratorio (GLP)".
Más tarde el Ministerio de Sanidad desmintió esta información y llamó a guiarse por las recientes declaraciones de Koca de que si la vacuna rusa pasa las pruebas toxicológicas necesarias, no habrá problemas con la adquisición del fármaco.
"El RDIF llama a los medios de comunicación a verificar si la información (que planean publicar) se corresponde con la realidad antes de publicarla, en particular dirigirse a los representantes del RDIF para comprobarla", dice el comunicado.
El fondo subrayó que para vencer la infección es necesario unir los esfuerzos de todos los fabricantes, Gobiernos, reguladores y organizaciones médicas.
El pasado 11 de agosto Rusia registró la primera vacuna contra el COVID-19, llamada Sputnik V y desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya en cooperación con el Fondo Ruso de Inversión Directa.
El fármaco usa dos vectores diferentes basados en el adenovirus humano, lo que permite una respuesta inmune más fuerte y prolongada que las vacunas basadas en un mismo vector para dos dosis, según los desarrolladores. Se deben administrar dos dosis para generar una respuesta inmune.
