Ahora que la serie Gambito de Dama está de moda vale la pena hacer una analogía sobre lo que en los últimos días ha ocurrido en política nacional y local.
De inicio, el bloque PAN, PRI, PRD fue el primero en mover sus piezas.
En ajedrez, este lance representa un movimiento que advierte por dónde vendrán las siguientes jugadas.
Y el rival puede prepararse ante el ataque.
En ese estatus está el Movimiento de Regeneración Nacional.
El partido en el poder, con el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador en el país y del gobernador Miguel Barbosa en Puebla, ahora ya sabe de qué va la coalición de la oposición y prepara su contraataque.
De inicio, Movimiento Ciudadano jugará como factor de división del voto opositor para reducir el impacto del bloque PRI-PAN-PRD.
La causa de esta determinación es la relación de Dante Delgado y Marcelo Ebrard. Trabajarán en equipo para la futura candidatura presidencial del secretario de Relaciones Exteriores en 2024.
Así, el partido naranja dividirá a los opositores.
Morena por otro lado buscará integrar una coalición con el Partido Verde, Nueva Alianza y repetir con el del Trabajo, aunque se antoja difícil el acuerdo.
Por ello, siguiendo la analogía del ajedrez, el partido marrón ha sacado sus alfiles, torres y hasta reina.
Y el ariete es la Unidad de Inteligencia Financiera.
Las detenciones de exfuncionarios federales priistas o panistas servirán para golpear la imagen del bloque PAN-PRI-PRD.
Esta alianza fortalece a los partidos de la misma, pero al mismo tiempo les deja expuestos a la crítica mediática.
Lo que ocurra con alguno de los aspirantes afecta directamente al resto.
El bloque PAN-PRD-PRI ha movido sus piezas, primero revelando la intención de su juego.
Y si Morena juega bien el contraataque le será favorable.
Por eso insisto, aún no hay nada para nadie.
.gif)