El difícil reinicio de la política exterior de EU en la era post-Trump

El difícil reinicio de la política exterior de EU en la era post-Trump

Foto: Xinhua

La administración de EEUU, que llevará las riendas del país en 2021, tendrá difícil reiniciar la política exterior heredada del presidente Donald Trump que incluye tres temas nucleares delicados: el pacto con Irán, el Tratado START III y el estancado proceso de negociaciones con Corea del Norte.

 

La historia reciente de los cambios de presidencia en EEUU demuestra que, a pesar de la voluntad de los candidatos expresada en campaña sobre la política exterior a seguir a la hora de gobernar, el realismo prima sobre el idealismo y el pragmatismo sobre la teoría.

 

George W. Bush prometió hacer de los EEUU una potencia humilde en el extranjero y dejar de intervenir en los asuntos de otros países pero en lugar de eso invadió Afganistán, Irak, además de presentar al mundo la guerra con drones.

 

Barack Obama hizo de la condena a la guerra de Irak su principal lema de campaña y dejó la Casa Blanca siendo el único presidente de la historia de EEUU que concluyó sus dos mandatos estando constantemente en guerra, llevando el intervencionismo norteamericano a Siria, Libia y Yemen, mientras la mantenía a la vez en Afganistán, Irak, Pakistán y Somalia.

 

Donald Trump acusó a Obama de haber dejado Oriente Medio hecho un desastre y prometió acabar de una vez por todas con las interminables y costosas guerras abiertas. Y concluyó su mandato no solo sin haber acabado ni una sola de estas guerras sino también practicando terrorismo de Estado al más puro estilo del salvaje oeste, como muestra el asesinato del general iraní Qasem Soleimani.

 

Solo en el primer año de presidencia de Trump hubo más muertes como resultados de ataques con drones que en los ocho años de presidencia de Obama, según la oenegé Airwars que monitorea la muerte de personas inocentes en intervenciones con drones en Irak, Siria, Libia, Yemen y otras partes del mundo.

 

EL FUTURO DEL PACTO NUCLEAR CON IRÁN

 

Joe Biden hasta el momento ha sido más cauto que sus predecesores y solo ha prometido recuperar el pacto nuclear con Irán, siempre y cuando el país persa vuelva a cumplir los compromisos asumidos en el acuerdo, en cuyo caso también se eliminarían las sanciones contra este país. Esto al menos en el plano teórico. Se corre el riesgo de que EEUU le pida a Irán más condiciones de las planteadas inicialmente en el pacto y que en el contexto del asesinato del principal científico nuclear del país (Mohsen Fakhrizadeh) todo se vaya al traste.

 

Hay dos frases de Biden que pueden dar pistas sobre la futura posición estadounidense respecto a Irán una es: "Hay maneras más inteligentes de ser duro con Irán" y la otra: "Va a ser complicado" en referencia a una futura vuelta de EEUU al pacto del que Biden en principio no se ha retractado.

 

En un artículo de opinión fechado el pasado 13 de septiembre en la CNN, Biden confirma que EEUU volvería al pacto en caso de resultar ganador en las elecciones pero, tras la vuelta al acuerdo, tendrían que tener lugar negociaciones ulteriores con Irán. Esta última parte es la que está abierta a interpretaciones. Parece que Biden busca incluir en estas negociaciones posteriores no solo a los firmantes originales (Rusia, Irán EEUU, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) sino también a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, algo que sería muy difícil de aceptar por parte de Irán.

 

EL NUEVO TRATADO START

 

Si Joe Biden toma posesión el 20 de enero, como todo parece indicar, se enfrentará a la decisión de extender el acuerdo de reducción de armas nucleares con Rusia, conocido como Tratado START III, que expira en febrero.

 

A pesar de las peticiones de los defensores del control de armas, que instan a EEUU a que renueve el compromiso, es muy probable que en el mejor de los casos se comprometa a prolongarlo por un año para sacar partido a la situación. Moscú en este aspecto persigue el mismo objetivo que los defensores del control de armas: una prórroga incondicional por cinco años como se indica en el acuerdo.

 

El objetivo final de Biden podría ser el mismo que el buscado por Trump si nos basamos en la afirmación hecha por él de que defiende una prórroga (sin indicar por qué tiempo) como base para "nuevos acuerdos de control de armas". Lo que se puede interpretar por nuevos acuerdos que incluyan a China.

 

COREA DEL NORTE

 

En el caso de Corea del Norte, las negociaciones nucleares congeladas no parecen que vayan a reanudarse si tenemos en cuenta la tradición de los demócratas norteamericanos de ignorar al mandatario de este país como si lo rechazasen como un interlocutor válido en unas hipotéticas negociaciones.

 

Recordemos que Biden llamó a Kim jon-Un "matón" durante el segundo debate presidencial con Trump, en el que implícitamente lo comparó con Adolf Hitler. Corea del Norte a su vez calificó a Biden como un "perro rabioso al que habría que matar a palos". Las cosas no pintan bien y puede que Corea del Norte esté ya planificando un nueva prueba con misiles para celebrar la entrada de Biden a la presidencia estadounidense y probar así a la nueva administración. (Sputnik)

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