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En el mundo de los negocios existen diversas estrategias de mercadotecnia para generar las ganancias necesarias para que el proyecto sea un éxito. Muchas veces, este éxito viene acompañado de una sutil manipulación del cliente, que ni siquiera se percibe.
Un ejemplo es el color que usan muchos restaurantes para provocar que la gente entre a estos lugares. Por ejemplo, negocios de comida rápida como Burger King ocupan colores como amarillo y naranja para provocar que la gente coma rápidamente.
Aunque no lo creas, la música es una herramienta de marketing -o manipulación mental- usado principalmente en bares y centros nocturnos, todo con el objetivo de que los clientes consuman una mayor cantidad de bebidas.
El volumen alto en bares y centros nocturnos provoca que la gente hable en voz alta, provocando que la boca se les seque rápido y surja la necesidad de tomar mayor cantidad de bebidas, sin importar si son alcohólicas.
De la misma manera, como la música a alto volumen no permite hablar demasiado, hay más tiempos muertos en la convivencia que se ocupan ingiriendo bebidas, un negocio totalmente redondo para estos comercios, pues todo va apoyado con la botana salada que en muchos lugares dan a sus clientes.
Un estudio llevado a cabo en 40 hombres de entre 18 y 40 años comprobó el éxito de esta estrategia, pues cuanto más alto fue el volumen de la música, más bebidas consumieron, dejando mayores ganancias a los negocios.
