Si es cierta la información brindada por el canciller Marcelo Ebrard en la mañanera número 500, respecto de la disponibilidad de la vacuna de Pfizer y la aprobación previa por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios solicitada el martes 24, a mediados de diciembre podría comenzar la vacunación en México que quizá ocupe todo el primer semestre de 2021.
De esta manera, la luz al final del túnel por el que empezó a transitar la sociedad mexicana hace ocho meses ya es más que perceptible y acabará inundando de claridad y esperanza el camino de la pandemia, originada por el virus SARS-CoV-2 que genera la enfermedad covid-19.
Seguramente será la mejor noticia del año siempre que se reconfirme y empezará a quedar atrás el surgimiento como hongos de epidemiólogos, matemáticos, especialistas en salud pública e infectólogos desde el oligopolio mediático. Donde la sana distancia y el tapaboca son los grandes ausentes y nadie se ocupa de ello; “callan como momias”, diría el clásico.
De lo que no se librará la sociedad de aquí al 6 de junio de 2021, es del coronavirus y de que sus costos estén en el centro de la agenda electoral, aunque ya no será tan rentable como ahora para los partidos opositores que todavía privilegian políticas zopiloteras. El primer domingo de junio es la cita con las urnas para renovar la Cámara de Diputados y 15 gubernaturas, un total de 21 mil 368 cargos de elección popular, como nunca antes y con el mayor padrón electoral,
El subsecretario Hugo López-Gatell no aspira a ningún puesto de elección pero seguramente será, después del presidente Andrés Manuel, el más criticado por los coaligados de Acción Nacional –ahora con Felipe Calderón y Margarita Zavala a su lado como aquí fue previsto–, el Revolucionario, el minúsculo De la Revolución y los empresarios que dirigen México Sí (¿O $í?), de Claudio X. González Laporte, jefe de María Amparo Casar, la analista “independiente”.
Para eso son las campañas, para contrastar propuestas y resultados con la coalición que hoy gobierna México, pero cometerán un error si como lo hacen hasta ahora privilegian en la crítica y la denuncia hasta ministerial y administrativa al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, debido a que el extraordinario comunicador Hugo forma parte de un gran equipo interinstitucional e interdisciplinario de especialistas, de la Secretaría que encabeza Jorge Alcocer (el bueno) y de un gobierno que dirige López Obrador.
El doctor López-Gatell no se manda solo ni está por encima del presidente, por favor, sólo es un excelente vocero que por supuesto como todos los mortales comete errores. El más importante es polemizar sobre las limitaciones ciertas del tapaboca, cuando es indispensable que todos lo usemos, incluido Obrador. Y guardemos la sana distancia, también en Palacio Nacional cuando suscriben acuerdos e iniciativas de ley.
Existirán otros errores, pero son gubernamentales, colectivos, y no tantos como para inventarlos, como lo hace Jorge Zepeda en Sin Embargo (22-XI-20): “Ahora se acerca el tema de las vacunas, que por alguna razón tampoco son del agrado del Dr. Gatell a juzgar por las continuas objeciones que ha expresado a muchas de ellas o a su reticencia a ofrecer un plan de vacunación…” Seamos serios, esto no es una novela policiaca, sino la vida de más de 100 mil paisanos y la salud de más de 1 millón de contagiados.
Mientras Ciro Gómez está empecinado en demostrar que México ocupa el cuarto lugar por el número de fallecidos de covid-19 en la aldea global y no logra ocultar el entusiasmo que le provoca la posible alianza entre México Libre y el PAN, gracias al fallo del Tribunal Electoral que le negó el registro.
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