.gif)
El acuerdo de las fiscalías de Estados Unidos y México para solicitar a una jueza estadounidense de Nueva York que desestime los cargos de narcotráfico y lavado de dinero en contra del exsecretario de Defensa mexicano, Salvador Cienfuegos (2012-2018), para que sea procesado ante la justicia de su país, "no es impunidad" sino "respeto a la soberanía", dijo el viernes el canciller mexicano Marcelo Ebrard.
La decisión de la fiscalía estadounidense que encabeza William Barr "no es un acto de impunidad sino de respeto a México y a la soberanía del país", dijo el secretario de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa.
La resolución permitirá el regreso a México del alto jefe militar, que fue detenido el 15 de octubre en el aeropuerto estadounidense de Los Ángeles..
El regreso del general para enfrentar un nuevo proceso, ya sin cargos en Estados Unidos, sería posible si la jueza Carol Bagley Amon, del distrito Brooklyn, Nueva York acepta la petición de desestimar los cargos del alto jefe castrense mexicano.
"Significa que serán aplicadas las leyes mexicanas, porque los hechos a los que hace alusión la investigación de Estados Unidos se cometieron en territorio mexicano presumiblemente", expresó Ebrard.
México reconoció la decisión de Barr, gracias a las bases que existen de cooperación en materia seguridad entre ambos países.
"Significa que la investigación y las imputaciones tendrán que sustanciarse y probarse dentro del ámbito de la autonomía de la Fiscalía General de la República, tendrán que ser, en su caso, confirmados o no", detalló el canciller.
La decisión es un acto "que vemos con simpatía y que pensamos positivo, porque no lo vemos como el camino a la impunidad, sino como un acto de respeto a México y a las Fuerzas Armadas de México", enfatizó el responsable de la política de exterior.
En México recién se abrió una investigación en torno al general Cienfuegos a partir de las acusaciones en Estados Unidos, conocidas hace un mes.
Ebrard explicó que las autoridades estadounidenses trasladarán al general Cienfuegos a México y la Fiscalía del país lo recogerá, ya que tiene una investigación abierta, basada en la realizada por los fiscales de Estados Unidos y la Administración de Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés).
El estatus con el que regresa Cienfuegos es el de un ciudadano mexicano sin cargos en Estados Unidos.
El 21 de octubre, Ebrard sostuvo una reunión con el embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, en la que le expresó verbalmente "la sorpresa y descontento por no haber sido enterado con anticipación de la investigación contra Cienfuegos".
El 26 de octubre, el diplomático sostuvo una conversación con el fiscal Barr en la que le hizo saber "el descontento del Gobierno de México por la investigación y detención".
Esos procedimientos fueron hechos con base en el criterio de que entre ambos países existe "una alianza contra la delincuencia organizada".
Para México "no era entendible que siendo aliados no fuéramos notificados", puntualizó el canciller.
Según la acusación, Cienfuegos habría cobrado sobornos por proteger al llamado Cartel del H, sucesor del mermado Cartel de los Hermanos Beltrán Leyva.
