La pulverización del voto opositor

La pulverización del voto opositor

Lo único que necesitarán los candidatos de Morena para volver a obtener el triunfo es una campaña correctamente estructurada.

 

Las circunstancias, causadas por la ambición de diversos actores, comienzan a ser beneficiosas para el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

 

Uno de los primeros elementos de análisis que puede valorarse para llegar a esta conclusión es la pulverización del voto de la oposición.

 

Y esto no ha ocurrido por plena estrategia local, es la suma de cálculos políticos del propio López Obrador hasta circunstancias casuales motivadas por la ambición particular.

 

Analicemos.

 

De inicio, el presidente ha promovido, desde la operación palaciega, la creación de más partidos para que, el voto de rechazo a su gobierno se diversifique.

 

Intencionalmente permitió, por ello, el registro de Redes Sociales Progresistas, Encuentro Solidario y Fuerza Social por México.

 

Estos son los satélites del presidente y con cuyos líderes mantiene amistad política: Elba Esther Gordillo, Hugo Eric Flores y Pedro Haces.

 

Pero, además, partidos que no tienen relación ni acuerdo con el presidente han decidido ir solos en esta elección buscando engrosar su votación de cara a la elección presidencial de 2024.

 

Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, no establecerá coaliciones con ningún partido. Apenas si considera las candidaturas comunes, aunque es poco probable que ceda.

 

En el caso de Puebla, líderes de colonias y juntas auxiliares que habían apoyado a candidatos del PAN hoy están ingresando a las filas de Movimiento Ciudadano.

 

Las filas de electores del PAN comienzan a disminuir por la ambición particular de Dante Delgado: aumentar el valor de su partido para que en una eventual coalición en 2024 haya más "fichas" con qué negociar con Acción Nacional.

 

En el mismo sentido, la ambición de Fernando Manzanilla por convertirse en presidente del Congreso del Estado ha causado una fragmentación en el partido azul.

 

Aunque la presidenta estatal, Genoveva Huerta, niega que su consejero sea el exsecretario de Gobernación, consejeros estatales y nacionales de este partido conocen dicha relación.

 

Pero no hay forma en que ella pierda su influencia ante el Comité Ejecutivo Nacional, pues Huerta Villegas mantiene el control de diversos organismos albiazules.

 

Es Genoveva quien está pugnando por que la candidatura a la alcaldía en la capital recaiga en una mujer, desplazando así a Eduardo Rivera.

 

De cualquier forma, el PAN se está fraccionando.

 

Esta multiplicación de partidos y grupos políticos beneficia directamente a Morena, pero el partido marrón tiene que profesionalizar su forma de hacer política.

 

Si capitaliza la división de los votantes opositores y logra conectar con el electorado que le llevó al triunfo en 2018, el partido del presidente podría consolidar su establecimiento en Puebla con los próximos comicios.

 

Una derrota para el PAN sería mortífera, pues el partido azul regresaría a condiciones similares a las de antes de 2010, cuando era la segunda fuerza política, pero con una distancia enorme del PRI.

 

Para que los marrones alcancen esta posibilidad requieren de metodología, de una campaña estructurada y de un mensaje consistente que les relacione con el presidente Andrés Manuel.

 

Las circunstancias les favorecen, pero como dice la frase, "el azar favorece a una mente preparada".

 

¿Estarán preparados los marrones?