Julio Urías, de nacer con un tumor a superar a Fernando Valenzuela en playoffs

“La vida me dio un ojo malo, pero un brazo muy bueno”, es una de las grandes frases de Julio Urías, pícher mexicano que ha sabido salir adelante del tumor que tuvo en su ojo izquierdo y que con el pase de Los Dodgers a la Serie Mundial, superó a Fernando Valenzuela en victorias en playoffs.

Nacido hace 24 años en Culiacán, Sinaloa, Julio César se ha tenido que someter a cuatro cirugías desde muy pequeño para retirar un tumor en su ojo izquierdo y posteriormente corregir su visibilidad, intervenciones que lo tienen con el párpado caído y con una diferencia notoria entre sus dos ojos.

Sin embargo, así como el ojo se le fue cerrando, sus posibilidades en el beisbol fueron abriéndose sobre todo por su portentoso brazo izquierdo, lo cual lo llevó desde los 18 años a ser una de los grandes prospectos no solo de Los Dodgers, sino también de las Grandes Ligas.

Tras un largo tiempo forjándose y ya con cuatro años como integrante del roster estelar de los angelinos, el culichi se ha convertido en uno de los elementos importantes para su novena durante el último tiempo en el que ha buscado el anillo de campeón.

El lanzador sinaloense ingresó como relevo este domingo en el juego 7 de la Serie Divisional entre su equipo y los Bravos de Atlanta con la pizarra empatada a 3 carreras, pero su labor durante las últimas tres entradas guio la victoria de Los Ángeles.

Urías sumó así su sexta victoria en un cotejo de postemporada con lo que superó el récord que ostentaba Fernando Valenzuela, considerado el mejor beisbolista en la historia de México, y quien también brilló con Los Dodgers, pero en la década de los 80.

Luego de una niñez complicada por sus problemas de salud y con una adolescencia de mucho trabajo para llegar a Grandes Ligas, Julio Urías estará presente en la Serie Mundial que arrancará este martes ante Rays de Tampa Bay, en la que buscará su primer anillo de campeón con Los Dodgers.