
Hace poco más de una semana, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) abrió nuevamente sus puertas tras permanecer cerrada por la pandemia de COVID-19, provocando que sus oficinas se vieran abarrotadas en los últimos días.
Decenas de trabajadores acudieron a esta dependencia a entablar demandas laborales y buscar soluciones a los despidos que se dieron antes y durante el confinamiento de COVID-19, lo que deja en evidencia la crisis que ha provocado esta pandemia en empresas poblanas.