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La contienda por la dirigencia del partido Morena ha dividido a los seguidores de este partido en dos bloques irreconciliables: Los Puros y Los Moderados, pero también ha revelado un complot contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
El propio Porfirio Muñoz Ledo, aspirante a la dirigencia nacional del partido marrón, reveló este complot en su conferencia virtual ofrecida en Puebla. Su acción ha dejado más damnificados políticos en lugar de nuevas figuras empedradas.
En la conferencia virtual, Muñoz Ledo se expresó con dureza contra Miguel Barbosa e incluso le pidió “no apropiarse del partido”. En el acto público estaba conectado el diputado local José Juan Espinosa Torres, uno de los actores locales que respalda al diputado en su pretensión de ser líder de Morena.
Espinosa Torres está en una confrontación abierta con el gobierno del estado desde hace meses. A sabiendas de que Mario Delgado, el otro aspirante a líder de Morena, tiene una relación estrecha con el gobernador poblano, José Juan ha decidido apoyar a Muñoz Ledo.
La contienda interna de Morena se ha convertido en un filtro que decanta a Los Moderados y a Los Puros; estos últimos, sin embargo, cargan con un grave antecedente: sus integrantes han traicionado al presidente López Obrador.
Desde el propio Muñoz Ledo que ha confrontado al mandatario federal por su estrategia de migración en las fronteras, hasta Martí Batres quien fue distanciado de López Obrador cuando intentó quedarse con el incipiente partido Morena, los seguidores de Porfirio se distinguen por ser los más extremistas en cuanto a ideología de izquierda.
La elección del dirigente nacional de Morena ha servido para descubrir el complot de Los Puros. A diferencia de la estrategia electoral del presidente, Los Puros pretenden otorgar candidaturas a través de las asambleas de la militancia, aunque ello represente la derrota electoral.
Los críticos de Porfirio Muñoz, en Morena, acusan que está intentando llevar al partido a una crisis. Otros más temerarios le señalan de estar coludido con intereses políticos distintos a los de Morena, debido a su pasado como “político bisagra” en negociaciones que sostuvo el PRD con el PRI y el PAN.
El proceso interno de Morena no solo ha revelado las intenciones de Muñoz Ledo de robarle el partido a López Obrador, sino también su intención de atacar a líderes morenistas como el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, o el propio canciller Marcelo Ebrard.
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Revisando las actuaciones de los actores políticos es posible definir el rumbo que el presidente desea tenga la elección de la dirigencia de Morena. Desde un principio, López Obrador ha tratado de rechazar que Los Puros tengan el control del partido.
En una conferencia de prensa de hace un mes, el mandatario aclaró que nunca instruyó a Los Puros -en la figura de Julio Scherer, su consejero jurídico- desactivar la encuesta. Tal método convenía a Mario Delgado.
Delgado representa los intereses del presidente por la obediencia total y porque López Obrador le ha dado su visto bueno a la candidatura de Marcelo Ebrard a la presidencia en 2024. Tanto Delgado como Ebrard mantienen enemigos comunes: Porfirio Muñoz Ledo y Martí Batres.
En Puebla, los beneficiarios directos de la decisión del presidente son el gobernador Barbosa Huerta, el diputado Gabriel Biestro, el senador Alejandro Armenta e incluso el diputado Gerardo Islas, pues Ebrard sería apoyado para la presidencia por Pedro Haces, dueño de la asociación política Fuerza Social por México.
En contraparte, quienes quedarán distanciados del presidente López Obrador y de Morena son el delegado Rodrigo Abdala, el diputado local José Juan Espinosa, el consejero nacional Pablo Salazar, y los consejeros locales de Morena que este domingo se manifestaron en favor de Porfirio Muñoz Ledo, el hombre detrás del complot contra López Obrador y el gobernador poblano.
