Beatriz Gutiérrez Müller continúa de gira por Europa y ahora llegó a Austria con una encomienda del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO): traer el penacho de Moctezuma a México.
A través de sus redes sociales, el mandatario indicó que había pedido a su esposa que insistiera en el tema del penacho, ya que pertenece a la historia de nuestro país, pero está resguardado en Austria desde 1596.
Incluso, López Obrador reconoció que la misión “es casi imposible”, tanto que a ni al propio Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando México fue invadido.
“Le recomendé (a Gutiérrez Müller) que insistiera en el penacho de Moctezuma, aunque se trata de una misión casi imposible, dado que se lo han apropiado por completo, al extremo de que ni a Maximiliano de Habsburgo se lo prestaron cuando nos invadieron e impusieron al llamado Segundo Imperio Mexicano”, escribió el presidente.
Con la misma intención de obtener piezas históricas y arqueológicas de México para ser exhibidas en nuestro país durante el Bicentenario de la Independencia, visitó Beatriz al presidente de Austria, Alexander Van der Bellen. pic.twitter.com/w3dUxR0Kl3
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) October 12, 2020
Por su parte, la esposa del mandatario indicó en sus redes que había logrado un convenio con el presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, para que los mexicanos puedan acceder al acervo digital de la Biblioteca Nacional de ese país, pero no mencionó nada sobre el penacho de Moctezuma.
Con el mismo propósito de acercar a todos los fondos biblio-hemerográficos y los documentos que ya son de dominio...
Posted by Beatriz Gutiérrez Müller on Monday, October 12, 2020
Al momento, se desconoce si hay alguna negociación con las autoridades austriacas para traer el objeto que quiere exhibir AMLO durante la celebración del Bicentenario de la Independencia de México que hará el próximo año.
Sin embargo, desde hace varios años expertos de Austria mencionaron que el penacho no puede ser movido vía área, marítima o terrestre del Museo de Etnología de Viena, en donde está actualmente, porque las vibraciones pueden ocasionarle daños irreparables.