
Con el regreso gradual a actividades en Puebla, también se ha reactivado la explotación laboral que muchos niños, indigentes, discapacitados e indígenas sufren en las calles de la capital, algo mucho más grave debido a la pandemia de COVID-19 que se vive en estos momentos.
Es un hecho que detrás de limpiaparabrisas y niños payasitos, así como indígenas y discapacitados que piden dinero en los cruceros de la ciudad, hay personas sin escrúpulos que ponen en riesgo la integridad de estas personas para juntar dinero de manera fácil.