Un hombre en Worcester, Inglaterra, fue condenado a cuatro años en prisión luego de que su pareja lo acusara de hacer agujeros intencionalmente en sus preservativos.
Los hechos ocurrieron el 10 de marzo de 2018, cuando la pareja de Andrew Lewis descubrió un cajón lleno de condones pinchados con un alfiler luego de haber tenido sexo con él, por lo que revisó el preservativo que habían usado previamente para confirmar sus sospechas y efectivamente también estaba picado.
Por lo anterior, la mujer interpuso una demanda contra el hombre por abuso sexual, tardando dos años en conseguir justicia, ya que en julio Lewis fue acusado de violación, pues el juez que llevó su casó consideró que la acción del hombre de picar los condones intencionalmente “rompió la confianza” de su pareja, quien había accedido a mantener relaciones sexuales con él solo si usaba protección.
En su defensa, el hombre aseguró que lo hizo porque “esperaba que el condón se rompiera y que eso mejorara las relaciones íntimas”; incluso, la abogada de Lewis mencionó que su cliente no buscaba embarazar a su novia, sino que ella fuera la que usara algún método anticonceptivo.
Ahora, el pasado 2 de octubre Lewis fue condenado a cuatro años de prisión, ya que el juez espera que este caso sea un ejemplo de que “el delito de violación” es algo serio en el país.
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