Julian Assange, fundador de WikiLeaks, estuvo a punto de ser envenado por agentes de la inteligencia de Estados Unidos, revelaron dos testigos anónimos durante la audiencia de ayer para extraditar al hombre a nuestro vecino país del norte.
De acuerdo con The Guardian, los testigos aseguraron que el Gobierno de Estados Unidos estaba desesperado por las acciones de Assange, por lo que decidieron contratar a UC Global, una empresa privada de seguridad que desde 2015 es señalada por haber orquestado las campañas en contra del periodista.
Las personas que participaron en la audiencia comentaron que en 2015 el jefe de UC Global, David Morales, ordenó personalmente al personal de seguridad colocar cámaras de espionaje mientras Assange permanecía aislado en la embajada de Ecuador, con el fin de ver sus movimientos y encontrar la situación exacta para que pudieran actuar los agentes de inteligencia estadounidenses.
Para ello, “un socio adinerado de Donald Trump”, presidente de Estados Unidos, habría pagado 234,000 dólares para vigilar los pasos del programador y cumplir con las medidas de Morales, las cuales, según los testigos, consistían en ingresar a la Embajada ecuatoriana para secuestrar o envenenar a Assange.
Al momento, la audiencia contra Assange no ha definido su destino, pues sigue encarcelado en Reino Unido, pero las autoridades de Estados Unidos solicitan la extradición del hombre bajo 17 cargos por la Ley de Espionaje.