La leche materna puede ayudar más al bebé de lo que se pensaba, ya que científicos de China descubrieron que puede bloquear y hasta matar las cepas vivas del virus SARS-CoV-2.
El tema de la lactancia ha sido constante desde que inició la pandemia por el coronavirus, debido a que en un principio se creía que la madre podía infectar al recién nacido a través de la leche materna; sin embargo, en los últimos meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que las mujeres deben seguir alimentando a sus bebés, aunque estos estén contagiados con COVID-19 para fortalecer su sistema.
Ahora, expertos de la Universidad de Tecnología Química de Pekín, China, analizaron diferentes muestras con el virus que provoca el COVID-19, desde células renales animales hasta humanas pulmonares e intestinales, y cómo evolucionaban con leche materna recogida en 2017, descubriendo que en cada uno de los casos el líquido mayó la mayoría de las cepas vivas, bloqueando “la adhesión viral, la entrada y la replicación viral posterior a la entrada”.
Asimismo, los científicos chinos descubrieron que la leche materna actúa como supresora de las cepas virales teniendo un nivel de efectividad de casi el cien por ciento, no solo en el tema del COVID-19, sino en otras bacterias y virus como el de la inmunodeficiencia humana.
Los expertos concluyeron que ninguna de las muestras resultó afectada con la leche materna; al contrario, “promovió la proliferación celular” al mismo tiempo que eliminaba el virus.
Este informe se suma a los hallazgos hechos por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, en Rusia, los cuales mencionaron que la leche materna puede transmitir anticuerpos capaces de combatir el COVID-19 y reforzar el sistema inmunológico del bebé.
