Este martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo una desafortunada participación en la 75 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), intervención que se puede equiparar a una de sus habituales mañaneras.
El mandatario gastó su tiempo ante uno de los foros más importantes del mundo hablando de todo, menos de los temas que preocupan en estos momentos al planeta, concentrados en la crisis sanitaria por COVID-19.