Todos conocemos y amamos a nuestra Luna. Ha sido la compañera fiel de la Tierra durante miles de millones de años. Pero no es nuestra única amiga. De vez en cuando, objetos más pequeños son capturados en la órbita de nuestro planeta.
A pesar de realizar varias detecciones de minilunas capturadas temporalmente, solo fueron confirmados dos casos: el 2006 RH120 en 2006, 2007 y 2020 CD3 en la órbita terrestre, de 2018 a 2020. En este momento, los astrónomos han visto un nuevo objeto, llamado 2020 SO. Probablemente ha sido capturado temporalmente por la gravedad de la Tierra. Las imágenes muestran un objeto que llegará en octubre de 2020 y dará vueltas hasta mayo de 2021, momento en que partirá a otros lugares.
Como se puede ver en la simulación a continuación, la trayectoria del objeto sugiere que entrará y saldrá a través de dos puntos gravitacionalmente estables creados por la interacción gravitacional de la Tierra con el Sol, llamados puntos de Lagrange de la Tierra.
Asteroid 2020 SO may get captured by Earth from Oct 2020 - May 2021. Current nominal trajectory shows shows capture through L2, and escape through L1. Highly-chaotic path, so be prepared for lots of revisions as new observations come in. @renerpho @nrco0e https://t.co/h4JaG2rHEd pic.twitter.com/RfUaeLtEWq
— Tony Dunn (@tony873004) September 20, 2020
El 2020 SO fue clasificado como un asteroide Apolo en la base de datos del Laboratorio de Propulsión a Reacción, es decir, una clase de asteroides cuyos caminos cruzan la órbita de la Tierra. Esta clase de asteroides a menudo tienen contactos cercanos con la Tierra. Pero hay algunas pruebas de que el 2020 SO no es como los demás. La órbita similar a la Tierra y la baja velocidad del 2020 SO sugieren que en realidad no es un asteroide. Sus características, según los expertos, tienen más que ver con algo hecho por el hombre.
Lo interesante es que los objetos que han venido de la Luna también tienen una velocidad más baja que los asteroides. Según señaló la arqueóloga espacial de la Universidad de Flinders en Australia, Alice Gorman, el 2020 SO es incluso más lento que las rocas de la Luna.
Todo eso apunta a que el objeto podría ser basura espacial o, según Paul Chodas, del Laboratorio de Propulsión a Reacción, una etapa de un cohete que lanzó una carga útil experimental llamada Surveyor 2 a la Luna en septiembre de 1966.
Asteroid #2020SO is suspected of being the Surveyor 2 centaur rocket booster, launched on 20 September 1966. The Earth-like orbit and low relative velocity suggest a possible man-made object.
— Kevin Heider (@kpheider) September 21, 2020
Los cohetes reutilizables son solo una invención reciente porque la recuperación es increíblemente difícil técnicamente. La solución ampliamente utilizada durante décadas fue lanzar cohetes de varias etapas diseñados para desmoronarse. La etapa de refuerzo vuelve a la Tierra para su reutilización, mientras que el resto del cohete, transportando la carga útil, se deshace en el espacio una vez que realiza su trabajo. Estas etapas desechadas constituyen una gran cantidad de basura espacial. Y, según Gorman, son sorprendentemente fáciles de perder.
"Hay tantos factores en el entorno espacial, como los factores gravitacionales y otras cosas que afectan el movimiento, que a veces pueden ser bastante impredecibles. Tienes que seguir rastreando estas cosas, o simplemente puedes perderlas de vista con mucha facilidad", apuntó la científica, citada por el medio ScienceAlert.
El tamaño calculado del 2020 SO coincide con las propiedades de la etapa del Centauro de los 1960. Según la base de datos de la NASA, el objeto tiene entre 6,4 y 14 metros de largo, y la etapa del Centauro mide 12,68 metros.
Los asteroides se detectan en el cielo como objetos brillantes en movimiento, como un punto en la oscuridad. A partir de eso, podemos establecer la velocidad y la órbita y hacer una estimación del tamaño, pero es imposible determinar la forma o la composición sin observaciones más detalladas.
El 2020 SO debe realizar dos vuelos cercanos a la Tierra. El 1 de diciembre de 2020 pasará a una distancia de unos 50.000 kilómetros. Alrededor del 2 de febrero de 2021 volará a 220.000 kilómetros. Tampoco está lo suficientemente cerca como para entrar en la atmósfera de la Tierra: el objeto no representa ningún peligro. Pero estas distancias, particularmente a velocidades lentas, pueden ser suficientes para estudiarlo más de cerca y determinar qué es el 2020 SO.
Podríamos ser capaces de distinguir una forma áspera. La espectroscopia podría ayudar a determinar si el objeto está pintado. Y la cantidad de luz que refleja podría incluso proporcionar información para ayudar a planificar misiones espaciales a largo plazo. Si el 2020 SO es una etapa del Centauro del año 1966, ha estado en el espacio durante 54 años.
Por supuesto, sea o no una etapa de cohete, las propiedades del 2020 SO pueden ayudar a los científicos a identificar otros objetos que se acerquen a la Tierra en el futuro.