En más de una ocasión, algún panista poblano me ha manifestado su descontento con Genoveva Huerta Villegas, coincidiendo con otras voces blanquiazules sobre la necesidad de destituirla de la presidencia estatal de Acción Nacional.
Horas y horas han pasado quejándose de las malas prácticas de Huerta Villegas, revelando acciones poco transparentes de la exdiputada federal al frente del PAN.
Cualquiera pensaría que estos panistas no van a seguir avalando las torpezas de “la jefa”, pero del plato a la boca se cae la sopa y terminan haciéndole el “caldo gordo” a Genoveva.
Eso quedó de manifiesto en una foto que circuló el pasado 15 de septiembre, donde se ve a Huerta Villegas acompañada de diversos militantes panistas, incluyendo algunos que están hartos de ella, simulando una supuesta “unidad”.
Lo anterior deja demostrado que lo que en verdad falta en el PAN de Puebla son tamaños para ponerle un alto a la tal Genoveva, pues la cobardía de la militancia panista provoca que “la jefa” haga y deshaga a su antojo.
Parece que el panismo poblano no se ha dado cuenta que ya inició el proceso electoral y cada día que pasa Genoveva Huerta al frente de Acción Nacional es tiempo perdido, por lo que caminan a una derrota electoral el próximo año.
Me cuentan fuentes bien informadas que Genoveva Huerta midió su popularidad para ver la posibilidad de agandallar la candidatura a la alcaldía de Puebla. Obviamente, sus números no son para nada buenos, pero su hambre de poder es mayúscula.
Con solo el 5 % de conocimiento por parte de la sociedad poblana, Huerta Villegas no descarta autonombrarse candidata a la alcaldía, algo que seguramente no evitarían los panistas por esa falta de pantalones de la que ya hemos hablado.
Y mientras Huerta Villegas mueve los hilos a su antojo, los panistas siguen fingiendo una “unidad” inexistente, todo derivado de un miedo infundado hacia “la jefa”.
Aunque se ofendan, buenos amigos panistas, pero su actitud ante los atropellos de Genoveva es de “corderitos” asustados. Dicen que el valiente vive hasta que el cobarde quiere, pero a los militantes del blanquiazul les cuesta quitarse esa cobardía que ya los caracteriza.
Cartuchos quemados y desprestigiados a Movimiento Ciudadano
Todos sabemos que Movimiento Ciudadano no es un partido que se pueda jactar de tener un impacto fuerte en los procesos electorales. El instituto naranja es uno más de los partidos satélite, considerados rémoras de la democracia.
Sin embargo, en cada partido político se debe tener cierto respeto y amor propio, algo que no hay evidentemente en Movimiento Ciudadano, que ha dado entrada a cartuchos quemados y desprestigiados.
Tal es el caso del expriista, expanalista, exmorenovallista y expaladín de Gerardo Islas, Luis Tiffein Álvarez, quien ahora coordinará los “esfuerzos” operativos de este partido en la capital poblana.
Con Tiffein operando para Movimiento Ciudadano, el registro de este partido se pone incluso en riesgo. Como dicen los jóvenes de hoy: “¡Quiérete un poquito, Movimiento Ciudadano!”.