El gobierno federal declaró este año en honor a Leona Vicario quien ha sido nombrada la madre de la Patria, una heroína casi perdida en la historia durante mucho tiempo, al igual que muchas mujeres que de forma anónima contribuyeron a la emancipación y que fueron relegadas de los libros sólo por su condición de género. ¿Quién fue Leona Vicario y por qué debe ser la madre?
María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador fue una criolla, hija de españoles nacida en la Nueva España, no tuvo hermanos varones y creció en un hogar de pensamiento liberal. A principios del siglo XIX, ya con una sólida formación crítica, se une a un grupo clandestino de criollos que se llamó “los guadalupes” y discutían la revolucionaria idea de la insubordinación de la colonia. Esto nos hace suponer que había más mujeres en el movimiento.
Vicario patrocina económicamente la lucha independentista, pero también hace labores estratégicas, principalmente de comunicación y espionaje para dar al ejército de Morelos información sobre los realistas. Funge como reclutadora de armeros para la fabricación de fusiles. Fue perseguida por el virreinato y encarcelada, al igual que muchas mujeres rebeldes: Josefa Ortiz, acusada por su propio marido el Corregidor de Querétaro; Carmen Camacho, quien además fue fusilada; las hermanas Trinidad Ortega, aprehendidas con fúsil en mano.
En su proceso judicial, Vicario se negó a confesar sobre los seudónimos que los insurgentes utilizaban y a brindar cualquier información a los realistas. Fue condenada, pero tiempo después rescatada por un comando independentista. Huyó a Oaxaca en donde siguió colaborando con la causa en medio de la miseria, pues el virreinato, violando la Constitución de Cádiz, le confiscó todos sus bienes. Contrajo matrimonio con Andrés Quintana Roo, su compañero de insurgencia con el que compartió las penurias de la clandestinidad.
En 1815, fue hallada y encarcelada nuevamente. En esta ocasión, a petición de Quintana Roo, consiguió un indulto a cambio de que el matrimonio se fuera a España. Esta condición nunca se cumplió, porque ni ellos ni el Estado contaban con recursos para costear el viaje, por lo que se quedaron a vivir en Toluca en condiciones de pobreza.
Cuando triunfó el movimiento en 1821, nuestra heroína se retiró de la vida pública. Aun fuera del escenario político, siguió siendo atacada. Basta como ejemplo los dichos del conservador Lucas Alamán quien afirmó en 1831 que Leona Vicario, lejos de tener convicción política, se había unido a los insurgentes siguiendo a su marido Quintana Roo. Leona le respondió en una carta publicada en “El Federalista Mexicano”, donde no sólo asume su propia defensa, sino la de aquellas mujeres liberales y patrióticas, señala que si hay gente estúpida que se deja manipular no es exclusivo del género femenino:
“Mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, (…) Me persuado que así serán todas las mujeres, exceptuando a las muy estúpidas, o a las que por efecto de su educación hayan contraído un hábito servil. De ambas clases también hay muchísimos hombres”.
Por eso, Leona hoy es llamada Madre de nuestra Patria y todos debemos conocer su historia. Por cierto, Patria es la voz latina femenina de Pater (padre), aun así, hay quien insiste en usar el neologismo Matria. Como sea, lo importante es reivindicar el papel de nuestras compañeras. Resulta difícil de entender que apenas esta legislatura se llame de “la paridad de género” porque tiene el mismo número de hombres y mujeres, ¡en pleno siglo XXI! Esta paridad tampoco se había alcanzado en el gabinete presidencial. La gráfica 1 muestra la proporción de hombres y mujeres en los gabinetes de Peña Nieto y López Obrador. Es la primera vez que las mujeres ocupan igual cantidad de puestos y que tenemos a una mujer en la Secretaría de Gobernación.
Elaboración propia con datos de Presidencia 2017, 2019
Combatir los micromachismos
Que el aniversario de la independencia sea el marco propicio para reafirmar la emancipación de las mujeres, pero también que todos nos emancipemos de los pensamientos conservadores. Hoy, como hace 200 años, las mentes retardatarias -herederas de Lucas Alamán- han tomado como blanco de ataque a otra mujer solo por ser la esposa de un liberal. Ella, al igual que Leona, ha renunciado a su posición sumisa frente a la figura masculina y por ello es denostada.
Lo que hizo Lucas Alamán y lo que hacen hoy muchos hombres (y también mujeres) se conocen como micromachismos, son acciones o gestos (en apariencia sutil) que se hacen para denigrar a la mujer y mantener (veladamente) el estatus de los roles de género. Por ejemplo, interrumpir a una mujer cuando habla, no dar el crédito de un logro cuando lo hizo una mujer o dárselo a un hombre. Criticar a Beatriz Gutiérrez Müller solo por su vestido o su maquillaje, como “acompañante femenina” del presidente o no ser “primera dama” es un micromachismo.
Al igual que Leona Vicario, mujeres y hombres debemos salir a la defensa de nuestras compañeras y poner en su lugar a los conservadores. La madre de la Patria representa a todas las mujeres que, enterradas en la historia, fueron semillas de presentes árboles frondosos.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos