El Gobierno de México confirmó a los responsables del mecanismo Covax, liderado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Alianza Mundial de Vacunas (GAVI), su intención de participar en ese plan mundial de distribución equitativa de productos biológicos, informó la Cancillería.
El objetivo es adquirir "las dosis necesarias para vacunar al 20% de la población en el momento en que los antídotos estén disponibles y demuestren seguridad y eficacia", dijo la Cancillería en un comunicado.
El pasado 31 de agosto, la secretarías federales de Relaciones Exteriores y de Salud remitieron a Covax una carta de confirmación de intención para participar en ese mecanismo, mediante la modalidad de "compra opcional".
El mecanismo Covax es un instrumento alojado en el marco del Acelerador para el Acceso a las Herramientas contra COVID-19 (ACTA, por sus siglas en inglés), impulsado por la OMS, para garantizar el acceso a vacunas contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Modalidad de compra internacional
Esta modalidad de compra permite que los países participantes elijan, de un portafolio disponible, la vacuna que más se ajuste a sus necesidades "cuando ésta muestre seguridad y eficacia".
México eligió dicha opción, en tanto le ofrece "una mayor flexibilidad para seleccionar entre los diferentes biológicos y ser un instrumento complementario a los acuerdos bilaterales que nuestro país pudiera tener con laboratorios y farmacéuticas de diversos países", explica el informe de la oficina del canciller Marcelo Ebrard.
La participación en Covax forma parte de la "estrategia integral" implementada por Ebrard para cumplir con la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador de que México tenga un acceso oportuno a la vacuna, explica el comunicado.
Esa estrategia consiste en tener acceso a una posible vacuna "al mismo tiempo que las naciones desarrolladas, a fin de proteger a la población e impulsar la reactivación económica".
"Covax Facility" como se llama en inglés el mecanismo de la OMS, es una modalidad de "autofinanciamiento" que le permite a esa instancia "negociar con los fabricantes de vacunas, en nombre de las economías participantes, para garantizar el acceso equitativo y compartir los riesgos de inversión".
En el marco de la mencionada estrategia, el Gobierno de López Obrador alcanzó un acuerdo con la firma farmacéutica AstraZeneca y la universidad británica de Oxford, para la producción de su vacuna en México y Argentina, financiada "sin fines de lucro" por la Fundación Carlos Slim, del mayor multimillonario mexicano.
El Gobierno también sostiene conversaciones con laboratorios de China, Francia, EU, Alemania, Rusia e Italia para participar en algunos de los estudios clínicos de sus respectivos proyectos de vacunas contra la nueva enfermedad.