En los cálculos del redactor no figuró que el partido de la familia Calderón Zavala no obtuviera el registro que otorga el Consejo General del INE. Más aún cuando la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos, del Instituto Nacional Electoral, aprobó un día antes, el jueves 3, un proyecto de dictamen positivo para Libertad y Responsabilidad Democrática y que el Consejo en uso de sus facultades votó en contra por amplio margen.
El error de cálculo poco tiene que ver con la naturaleza familiar y facciosa del partido conocido como México Libre y sus limitados aportes al enriquecimiento del espectro político; se trata básicamente de reeditar programas y políticas que bajo el gobierno de Calderón Hinojosa resultaron harto caros y trágicos para los mexicanos, incluidas las elites que se beneficiaron, como bien documenta Olga Wornat en Felipe, el oscuro.
Con todo, la resolución no parece ser aún para celebrar, no hasta que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación diga la última e inapelable palabra, a pesar de que la principal razón esgrimida por el INE para negar el registro a México Libre es que 8.18% de las aportaciones recibidas por la dupla Felipe-Margarita son de personas no identificadas.
Razón que no sólo fue advertida por autoridades electorales al matrimonio de los exdirigentes de Acción Nacional con el que rompió cuando la sed de cargos públicos, de vivir del erario, incluida la Presidencia de la República, no fue saciada por las 12 familias que administraban al PAN, sino que México Libre fue multado por 2.7 millones de pesos. De la misma manera que en 2018 a la candidata presidencial “independiente”, Zavala Gómez del Campo, el INE le descubrió miles de firmas de apoyo para su registro que resultaron falsas, también a Jaime Rodríguez, dizque el Bronco. Y se las perdonaron.
Por ello es una pésima e interesada lectura de Margara, como la llama su esposo y sus detractores, sostener que el presidente Andrés Manuel desde La Chingada, Palenque, Tabasco, “confiesa que presionó al INE”. Lo que dijo López Obrador fue: “No saben cuánto celebro” que el INE le negara el registro al partido de Calderón, porque es un “triunfo del pueblo”. Y de pasada le recomendó que convoque a movilizaciones pacíficas, como él hizo “cuando nos robaron la Presidencia en 2006”. También que “Si no hay justicia en México que vayan al extranjero, a Washington, con sus amigos de la OEA (Organización de los Estados Americanos) para ver si les ayudan, pero que no vaya a Nueva York porque aunque allá está la ONU (Organización de las Naciones Unidas), también está (Genaro) García Luna”.
Es comprensible el gusto presidencial por el revés político del autor intelectual de la “guerra contra el narco” sin prácticamente consultar a nadie, aunque la última palabra la tiene el TEPJF y eso lo sabe muy bien el matrimonio a prueba de tormentas privadas y públicas, gracias a la sociedad política que los une.
El mismo AMLO pareciera no descartar un escenario de corrección a la decisión del Consejo General del INE al decir, “los católicos, evangélicos a favor de la transformación dirán ‘es justicia divina’; los laicos, no creyentes, deben estar sosteniendo que es ‘justicia terrenal’; los escépticos todavía no alcanzan a comprender lo que sucedió. Deben estar pensando que es una jugarreta para que luego en el Tribunal (Electoral) se le dé marcha atrás a la decisión del INE y al final de cuentas se le dé el registro al partido de Felipe Calderón”.
Veremos.