Alain Cocq no acepta más comida, bebidas ni medicina después de que el presidente de la República, Emmanuel Macron, le negara su pedido de eutanasia.
Cocq, de 57 años, sufre de isquemia, una enfermedad degenerativa incurable, que hace que las paredes de sus arterias se peguen.
Al creer que tenía menos de una semana de vida, el hombre tenía la voluntad de transmitir su muerte desde la mañana del 5 de septiembre.
"El camino hacia la liberación comienza y créanme, soy feliz", escribió en su página de Facebook.
"Sé que los días venideros van a ser difíciles, pero he tomado mi decisión y estoy tranquilo", añadió.
Facebook apuntó el 5 de septiembre que sus reglas no le permitían transmitir el suicidio.
"Aunque respetamos la decisión de querer llamar la atención sobre esta compleja cuestión, siguiendo los consejos de los expertos hemos tomado medidas para evitar la transmisión en directo en la página de Alain", comunicó un portavoz de Facebook a la agencia AFP.
"Nuestras reglas no nos permiten mostrar intentos de suicidio", añadió.
Cocq publicó en su cuenta que Facebook bloqueó su transmisión hasta el 8 de septiembre.
El francés también llamó a sus seguidores a hacerle saber a Facebook su opinión acerca de "sus métodos de discriminación injusta y de la obstrucción de la liberta de expresión".
Cocq le había escrito a Macron pidiendo que le dieran una sustancia que le permitiera morir en paz, pero el presidente le respondió explicando que esto no estaba permitido por la ley francesa.
"Su deseo es pedir ayuda activa para morir, lo cual no está actualmente permitido en nuestro país. Dado que no estoy por encima de la ley, no puedo acceder a su petición", puntualizó Macron.
Según Cocq, Macron era el único que podía autorizar la eutanasia. Con sus acciones, Alain Cocq intenta llamar la atención sobre la situación en la que viven los pacientes terminales en Francia a los que no se les permite morir de acuerdo con sus propios deseos.