Científicos descubrieron que el veneno de abeja (Apis mellifera) puede potencialmente usarse como tratamiento para el cáncer de mama. Según un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature Precision Oncology, el veneno de abeja y su principal componente, la melitina, es capaz de destruir la membrana de células cancerígenas en 60 minutos, en el laboratorio, al interferir con sus mecanismos de reproducción.
A pesar de conocerse el potencial uso terapéutico del veneno de abeja desde el siglo pasado, los mecanismos moleculares y la selectividad de los componentes biomoleculares de este veneno como agentes anticancerígenos aún es mayormente desconocido, afirman los investigadores.
De acuerdo a esta nueva investigación, el veneno de abeja es eficaz contra varios tipos de cáncer de mama, entre ellos el cáncer de seno triple negativo, una variante difícil de tratar y con pronósticos negativos para quienes lo padecen. Similarmente, el veneno de abeja demostró ser eficaz contra las células del cáncer de mama HER2 positivo, un tipo de cáncer con altos niveles del factor de crecimiento epidérmico 2 (HER2, por sus siglas en inglés), que estimula el crecimiento del cáncer. Aunque en la actualidad existen medicamentos para el HER2, se trata de un cáncer agresivo y de rápido avance.
Con base en estos resultados, los investigadores creen que la melitina será una herramienta poderosa en el tratamiento de los cánceres de seno triple negativo y HER2 positivo. Incluso, fueron capaces de desarrollar mecanismos para una acción más selectiva contra las células cancerígenas. Al interferir con los receptores de la superficie celular, el veneno inhibe las vías que conducen al crecimiento excesivo y la reproducción celular en el cáncer. Pese a esta acción, el estudio reporta una toxicidad mínima para las células normales.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el cáncer de mama es una de las principales razones de muerte entre las mujeres, por lo cual es importante su detección temprana y el desarrollo de nuevos tratamientos. El instituto resalta también la importancia de la autoexploración, que recomienda realizar siete días después de la menstruación o en una fecha fija del mes para quienes ya han dejado de menstruar. Una detección oportuna posibilita una sobrevida de más 5 años en la mayoría de las pacientes, asegura el IMSS.
"Las tasas de supervivencia del cáncer de mama han aumentado, y el número de muertes asociadas con esta enfermedad está disminuyendo constantemente, en gran medida debido a factores como la detección temprana, un nuevo enfoque de tratamiento personalizado y un mejor entendimiento de la enfermedad", asegura la Clínica Mayo.
Aunque el estudio que sugiere la efectividad del veneno de abeja en el combate de las células cancerígenas del cáncer de mama aún se encuentra distante de tener aplicaciones terapéuticas en humanos, los resultados son alentadores y con más estudios la sustancia podría ser pieza clave en la revolución de los tratamientos para el cáncer de mama.