Con los lanzamientos exitosos del módulo DEMO-2, para exploración espacial, y Starlink, conformada por 57 satélites que forman una red de internet de banda ancha, la empresa SpaceX ha generado un nuevo panorama de industria aeroespacial impulsada por la iniciativa privada, cuyas expectativas y sostenibilidad a futuro ha dado a especialistas de México la oportunidad de plantear retos y perspectivas de esta industria en la región.
De acuerdo con la presentación de "Qué nos deja la misión DEMO-2 de SPACE X: EL futuro de la industria aeroespacial", organizado por académicos del Centro de Enseñanza Técnica y Superior (CETYS) y con acceso al equipo de NotiPress, Baja California es la entidad que cuenta con mejores condiciones respecto a la industria aeroespacial en México; sin embargo, debido al emergente capital humano y la necesidad de cooperación entre gobierno e iniciativa privada, aún dista de posicionarse de manera importante en materia de investigación e innovación.
México ha tenido un crecimiento anual de 15% en la industria aeroespacial entre 2010 y 2020, según indicó la Doctora Verónica Rojas, académica de CETYS y especialista del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Asimismo, Baja California concentra la mayor actividad de este sector y número de empresas, pese a manejar un bajo perfil mediático por la relación y proximidad con Estados Unidos.
Respecto a la actividad económica en este este sector, 79% de las empresas aeroespaciales en México se dedican únicamente a la maquila, 11% a la reparación y construcción de motores, y otro 10% a investigación e innovación. La contingencia sanitaria por la pandemia de COVID-19 ha impactado de manera importante en la industria aeroespacial, con una reducción en las actividades productivas de entre el 40% y 50%, principalmente por modificaciones en las cadenas de producción, demanda de vehículos, escasez de materiales, y políticas de distanciamiento. Los aviones de doble pasillo para pasajeros son los más afectados en el departamento encargado del desarrollo de aviones y otros vehículos aéreos.
Para impulsar la industria aeroespacial, Jorge Sosa López, director del Colegio de Ingeniería de CETYS, y José Hernández, astronauta que formó parte de la Generación XIX y viajó a bordo del transbordador Discovery en 2004, indicaron la necesidad de implementar un modelo de cuádruple hélice, basado en la participación de los sectores industria, gobierno, academia y sociedad.
Resaltaron la importancia de inyectar capital privado, con una cadena de suministros adecuada para surtir las demandas relacionadas con la producción de dispositivos e infraestructura, y poder trabajar en las regiones y macroregiones comprendidas entre Baja California y Arizona, Estados Unidos.
El factor del capital humano es imprescindible, ya que el desarrollo de esta industria debe tener un impacto real en la sociedad, y brindar una mejora general en las condiciones de vida. Según los especialistas de CETYS Universidad, el fortalecimiento del capital humano es el reto más importante en la relación entre industria y educación, así como parte esencial del proceso formativo de los especialistas en innovación.
La innovación es necesaria para el crecimiento aeroespacial, sobre todo por las tecnologías de telefonía 5G, ya que el proyecto Starlink planea ampliar su constelación de satélites hasta en 12 mil unidades, con objeto de brindar una red de interconexión con cualquier dispositivo que soporte dicha red, esto representa una oportunidad importante para incursionar en este mercado. La industria aeroespacial mexicana debe responder con una combinación de capital humano, entorno adecuado de innovación, y la cooperación de sector privado y gobierno.