Tal vez Genoveva Huerta aún le sigue y acata sus instrucciones. José Juan Espinosa no tiene ya ningún aliado y por eso la acompaña, pero Fernando Manzanilla se ha quedado solo luego de 10 años de soberbia y traición.
Manzanilla se convirtió en una figura mítica cuando fue el coordinador de campaña de Rafael Moreno Valle. Ganó la elección y por poco menos de dos años fue uno de los hombres del gobernador, hasta que la soberbia le ganó y traicionó a su cuñado.
Aún integrante del PAN, partido al que se afilió, Manzanilla comenzó a operar bajo la sombra de su cuñado. Logró convertirse en el coordinador de campaña de Tony Gali, hasta que la soberbia le ganó y lo desplazó.
Pasó el tiempo y se convirtió en diputado federal a través del Partido Encuentro Social, hizo contacto con Miguel Barbosa y se convirtió en su hombre de confianza hasta que la soberbia le ganó y le traicionó.
Muchos políticos hablan de su capacidad de estrategia, de su manera de tejer fino, de su control de las situaciones. Pero el tiempo le ha puesto en el lugar correcto: solo era un millonario con poder.
Con el gobernador Miguel Barbosa supuestamente tejió fino y sería su gran operador, pero le ganó la soberbia y le terminó traicionando.
Hoy, acusado legalmente respecto al mal uso de la llamada Partida Secreta, el antes admirado operador sabe que se acerca la encrucijada de su destino.
Pero de ser el calculador político que afirman que es, no habría incurrido en un grave error: la filtración de un recibo en el que reconoce haber entregado 1.5 millones de pesos para la organización de un acontecimiento de izquierdas.
En su ira por haber sido señalado directamente por el gobernador el fin de semana pasado y luego denunciado por su sucesor, el secretario de Gobernación David Méndez, no consideró que atacaría un acto inminentemente vinculado con la Cuarta Transformación.
Sí, el foro Reunión de Líderes Progresistas Republicanos tiene su origen en el movimiento izquierdista latinoamericano. Más aún, el próximo presidente estatal de Morena, Mario Delgado, formó parte de su fundación.
Así, Manzanilla ha destruido cualquier vínculo con la Cuarta Transformación, ya no solo con el gobernador. Está vetado del lopezobradorismo.
Investigado penalmente por el desfalco de los fondos de la llamada Partida Secreta, Fernando Manzanilla pretende sumarse al PAN en la estrategia de 2021, pero Marko Cortés lo rechaza y los pianistas locales no lo aceptan.
¿Ese era el operador de lujo?
¿El que no puede controlar siquiera sus emociones en un escenario político?
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