El Consejo Nacional de Salud estima que la pandemia de COVID-19 está en una "fase clara de descenso" en México, país que está en fase de reapertura de la actividad económica, educativa y turística en la llamada "nueva normalidad", dijo el principal portavoz del organismo, Hugo López-Gatell.
"Estamos es una fase clara de descenso, la semana pasada mostró señales de descenso, pero la tendencia ya es clara, los indicadores muestran que, consistentemente, disminuye la cantidad de casos diarios y de muertes que se presentan", dijo López-Gatell subsecretario de Salud.
El funcionario federal señaló en conferencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador que las estadísticas muestran un "descenso sostenido en más de seis semanas de la ocupación en hospitales", donde se atienden pacientes de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
"La infraestructura hospitalaria acondicionada para enfermos contagiados por el nuevo patógeno SARS-CoV-2 está "en proceso de desocupación, la cantidad de personas que ingresan es menor a las personas que se retiran", subrayó López-Gatell.
Explicó además que, aunque algunas personas necesitan someterse a procesos de rehabilitación músculo-esqueléticos o emocional-psicológico, "la enorme mayoría, ocho de cada diez personas se recupera", o solo tuvieron una enfermedad leve.
Medidas adoptadas
Entre las medidas adoptadas para contener la pandemia la "determinante" fue la mitigación comunitaria, mediante el sano distanciamiento social.
"Unas 80 millones de personas [de poco más de 126 millones totales] estuvieron fuera de lugares públicos y desde hace casi 80 días el proceso continuó en todas las entidades del país", cuando comenzó el desconfinamiento progresivo.
López-Gatell indicó que el manejo científico y técnico de la epidemia tiene una parte directa de intervención en la salud, que "entra en conflicto con la economía por el confinamiento requerido, pero reactivar la economía requiere que las personas retornen a su espacio de trabajo".
El portavoz gubernamental reconoció los riesgos de rebrotes de la enfermedad, como los que se presentaron en algunas naciones, es un peligro "que se mantendrá por algunos años".
Sin embargo, elogió a la población por "el mérito de haber logrado la reducción de la velocidad de la epidemia, por lo tanto aplanar la curva, que no se saturen los hospitales y evitar las muertes evitables", cuando se logra atender a tiempo a las personas.
Esos indicadores del descenso de la pandemia se observaron desde la semana 29 a la 32, aunque las últimas dos aún están bajo evaluación.
El índice de positividad en las poco más de 1,2 millones de pruebas aplicadas a personas que presentaron síntomas similares a COVID-19, ha descendido a 45%, comparado con el máximo de 55% alcanzado a finales de julio.
Las autoridades sanitarias aún cuentan con unas 300.000 pruebas disponibles y podrían adquirir más.
López-Gatell dijo que la pandemia "no se ha acabado, pero va en declive en una disminución sostenida".
En el balance no se incluyen las últimas dos semanas de la epidemia en este país, la 33 y 34 en marcha, por la "inestabilidad de los datos".
No obstante, es claro que se mantiene una tendencia estable en el indicador mortalidad se reduce a poco más de la mitad, en 55%, puntualizó el portavoz.
El total de decesos por COVID-19 en México asciende a 57.023 en más de cinco meses de pandemia, y más de 525.000 contagios confirmados.
México es tercer lugar en el mundo en decesos totales por la pandemia, después de EEUU y Brasil; y es onceavo lugar en fallecidos por cada millón de habitantes.
.gif)