Jonathan Collantes y cosas peores del “nuevo” PRI

Jonathan Collantes y cosas peores del “nuevo” PRI

El PRI en Puebla está en la calle de la amargura. Minimizado, golpeado y sin una verdadera fuerza electoral, el otrora partidazo apunta a una catástrofe en 2021.

 

Es tanta la urgencia del PRI de tener cierta presencia en el mapa político que ya cualquiera es aceptado en sus filas. Ejemplo perfecto es la inclusión de Jonathan Collantes en su bancada del Congreso local.

 

Si usted, amable lector, no sabe quién es Jonathan Collantes créame que para nada lo culpo, pues es uno de los diputados más improductivos del Congreso del Estado.

 

El legislador, que gusta de ganarse a reporteros y fotógrafos con desayunos, fue parte de Nueva Alianza y ahora se arrima a la sombra del PRI, para alimentarse de las sobras de este partido en vías de la extinción.

 

Sí, así de urgido está el PRI. No digo que en estos momentos ser priista es motivo de orgullo, pero la historia de este partido no puede ser tan pisoteada aceptando a un “don nadie” en sus filas.

 

Y no solo eso, el PRI también tomó una postura “rogona” para que Acción Nacional voltee su mirada hacia las oficinas de Diagonal Defensores de la República y se formalice una alianza para el proceso electoral 2021.

 

¿Qué tan mal deben estar las cosas en el PRI que le ruegan a Genoveva Huerta, “líder” del PAN en Puebla, que ya formalice la alianza?

 

Es un hecho que el PRI ha perdido toda dignidad y esto será el último clavo que falta en un ataúd que se comenzó a construir en 2010.

 

Ni en los peores tiempos del PRI marinista se veían este tipo de situaciones, lo que ha provocado que más priistas decidan hacerse a un lado antes de que esta bomba de tiempo estalle.

 

Bueno, tal es la crisis del PRI que muchos de los priistas que han renunciado no tienen ningún peso en el mapa electoral poblano y aun así son considerados “militantes históricos”.

 

¡Que en paz descanse el expartidazo!