La nueva realidad política representa un enorme reto.
En Puebla, no es posible ahora anunciarse en espectaculares, tampoco en revistas o en autobuses.
Ah, dirijámonos a las redes sociales, podría cualquiera argumentar. No, tampoco es posible. Ahora solo se puede pautar de manera transparente en temas políticos.
Las alas de los publicistas tradicionales, en política, han sido cortadas.
Tradicionalmente los políticos que aspiraban a un cargo comenzaban a anunciarse de manera anticipada mediante entrevistas para revistas, que lanzaban anuncios en espectaculares.
Era una manera de evadir la publicidad anticipada que, al menos conforme a derecho, no constituía una violación legal.
Pero con la reforma que impulsó el diputado Gabriel Biestro en el Congreso del Estado, este tipo de anuncios anticipados han quedado prohibidos.
En países nórdicos, la forma en que los políticos durante campañas se promocionan es a través de una comunicación directa con los electores.
Por ejemplo, en Suiza, en la anterior elección, fueron enviados mensajes de propuestas contra el cambio climático directamente a los ciudadanos por correo.
No hay una invasión del espacio público con mensajes sobre candidatos y tampoco hay una excesiva propaganda.
En Puebla, con los cambios legales y las nuevas políticas de Facebook, Twitter y Youtube, todo apunta a que la forma de elegir será a través de un contacto directo con el elector.
Así, la guerrilla comunicacional se dirimirá en los medios de comunicación y en las confrontaciones directas entre el ciudadano y el candidato.
Las reglas han cambiado y los estrategas comunicacionales tradicionales se han quedado sin alas.
Todos los que han acostumbrado a utilizar espectaculares, autobuses y demás implementos comunes para hacer campañas se han quedado sin alas.
Así, igual que Ícaro, caerán tras el rayo del dios Apolo aquellos candidatos que no se cuiden de volar muy alto en su promoción y publicidad.
Las reglas cambiaron y muchos estrategas se quedaron con las alas rotas.
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