La música está al frente del auge de TikTok y otras aplicaciones de videos cortos, pero no solo las plataformas de video son las que están cosechando el fruto de su creciente popularidad. Los dueños de los derechos de autor de la industria musical también están preparados para generar ganancias de las millones de canciones están en los videos de 15 segundos generados por los usuarios.
Para detectar contenido protegido por derechos de autor, los sellos discográficos y editores utilizan una tecnología llamada huella digital de audio, una herramienta pionera en aplicaciones como Shazam (ahora propiedad de Apple) y ARCloud, una startup con sede en Beijing, China; ambas empresas compiten con Audible Magic y Gracenote, aplicaciones que también sirven para detectar el ID de una canción
Estas plataformas utilizan esta tecnología totalmente confidencial para detectar los algoritmos de Reconocimiento de Contenido Automatizado (ACR por sus siglas en inglés) con el objetivo de monitorear canciones en programas de radio, televisión, Internet y, recientemente, en las plataformas de Contenido Generado por el Usuario (UGC por sus siglas en inglés) el cual es creado por las personas sin que esté relacionado con alguna marca o empresas, es decir, este contenido no es remunerado por la compañía en cuestión.
Por otra parte, la herramienta ACR para identificar música no es exclusiva de las aplicaciones UGC; YouTube, Twitch, Facebook y otras más emplean esta herramienta para identificar contenido bajo derechos de autor con el propósito de encontrar a los usuarios que estén obteniendo ganancias económicas por subir contenido que no les pertenece.
El uso de los ACR en la industria musical genera mayores utilidades para las grandes empresas discográficas. Tony Li, ingeniero en sistemas de la empresa ACRCloud aseguró que las tarifas que cobran las grandes disqueras son desproporcionadas, obteniendo un mayor margen de ganancia por encima del uso real. Además, las pequeñas empresas tienen utilidades mínimas por derechos de autor en la música, debido al rudimentario sistema para poder hacer coincidir automáticamente las canciones de su autoría con las plataformas donde se reproducen.
Los servicios de UGC pueden pagar multas millonarias si se descubre algún plagio. En enero de 2020 un grupo de editores de música y compositores amenazaron con demandar a TikTok por infracción de derechos de autor. Por esa razón, ByteDance, propietaria de la plataforma china, comenzó a comprar más licencias de música e incluso impulsar el desarrollo de su propio contenido con disqueras independientes y obtener más ganancias.