
La desinformación acerca de los protocolos que los servicios funerarios llevan a cabo en el manejo y cremación de los cadáveres de víctimas de COVID-19, ha llevado a que vecinos de estos negocios hostiguen a los propietarios y administradores, por considerarlos focos de infección.
Ya son varias las quejas que los dueños de estos servicios han externado; incluso, han advertido que harán un paro de actividades de tres días para llamar la atención sobre lo esenciales que son sus servicios durante la contingencia sanitaria por COVID-19.