Tras un año de presiones contra el museo forense de Bangkok, Tailandia, por fin se retiró el cadáver de Si Uey Sae-Ung que era exhibido en sus instalaciones, incinerándolo este jueves a sesenta años de su ejecución.
Si Uey Sae-Ung fue un temible caníbal que confesó haberse comido los órganos de seis niños en 1958, por lo que el museo tenía su momia en exhibición para recordar a uno de los “monstruos” de Bangkok de hace seis décadas.
Tal fue el temor de los padres por este hombre que en la actualidad aún hay familias que amenazan a sus hijos con que, si salen de noche, “vendrá Si Uey y te comerá el hígado”.
Sin embargo, algunos movimientos en pro de la familia y cuestiones humanitarias señalaron que era negativo, cruel e irresponsable mostrar el cuerpo de un asesino en un museo, logrando que hoy quemaran a su momia en el templo Phraek Tai, teniendo funeral budista.
A la ceremonia acudieron periodistas y habitantes de la aldea de Thao Sakae, en donde vivió el hombre antes de ser ejecutado.
Algunos de los testigos recordaron que Si Uey era un hombre gentil y trabajador, poniendo en duda de que realmente haya asesinado a niños como lo confesó en su momento.
El criminal fue sentenciado solo por un asesinato, por lo que se cree que realmente era inocente; sin embargo, las autoridades no tienen intención de retomar el caso.