Por años, la izquierda mexicana ha defendido la idea de juzgar a expresidentes por delitos de “lesa humanidad”. Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto son acusados de ser los responsables de las miles de muertes que el crimen organizado ha causado.
Vaya ironía del destino: hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene también un crimen de lesa humanidad por el cual responder: los fallecidos a causa del coronavirus. Decesos provocados por la criminal ignorancia que el tabasqueño defiende.
En la conferencia mañanera de este miércoles, López Obrador desestimó a su secretario de Hacienda, pero también a diversos estudios y artículos que defienden el uso del cubrebocas como la medida más eficaz para reducir la incidencia de contagio.
Cómo si fuera un especialista en divulgación científica, López Obrador respondió a una reportera “que no creía que fuera tan simple” que solo con un cubrebocas se redujera la incidencia y se reactivara la economía, “imagínense, si fuera así yo me lo pondría”. Peor aún, agregó que “no creía” que su secretario hubiera dado tal declaración.
El mandatario ignora por completo la realidad del mundo, la ciencia y todo el conocimiento especializado que habría salvado vidas. Diversos estudios, artículos y consideraciones clínicas reiteran que el uso del cubreboca es una prioridad en las estrategias de mitigación de los contagios.
Incluso hay un estudio que indica que si toda la población utilizará cubrebocas, el contagio se reduciría en seis semanas.
Claro, esos estudios los leen los líderes de las naciones, los secretarios y funcionarios que quieren proteger la salud de las familias a su cargo.
Pero esa no es la prioridad del presidente. ¿Usar cubrebocas? ¡Cómo va a dejar de aparecer su cara si vienen las elecciones el próximo año!
Hoy, desde la óptica de López Obrador, sería una muestra de debilidad utilizar cubrebocas porque contradiría todas sus declaraciones pasadas, incluyendo la de este miércoles. Jamás lo haría, incluso a costa de las vidas que podría salvar.
En este análisis no hay ideologías o posturas políticas. El presidente no estableció medidas de salud basadas en la ciencia, en la metodología. No siguió protocolos y ahora quiere justificar sus decisiones.
El próximo año son las elecciones intermedias y en cuatro años más se renovará la Presidencia de la República. El único plan de López Obrador es concentrar sus acciones en mantener el poder.
Pero si estas acciones mal ejecutadas que le han costado miles de vidas a nuestro país fueran juzgadas, el presidente entonces sería el criminal de lesa humanidad.
Y las pruebas están en las acciones que pudo haber ejecutado, como instruir el uso del cubrebocas, y cuya ausencia causó más de 40,000 fallecidos en el país. ¿También los que piden juzgar a Peña y Calderón por delitos de lesa humanidad aplicarán el mismo criterio en 2020?
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