Los astronautas de la NASA quedaron pasmados cuando vieron por primera vez el "retrete espacial" soviético, comentó este viernes el cosmonauta Vladímir Dzhanibékov, dos veces Héroe de la Unión Soviética.
"La instalación sanitaria en la nave soviética (Soyuz-19) dejó pasmados a los astronautas: un agujero y pi-pi a través de una válvula…", relató Dzhanibékov en un acto dedicado al 45 aniversario del acoplamiento de la nave soviética Soyuz y la estadounidense Apolo.
Comentó que el cosmonauta soviético Anatoli Filípchenko (miembro de la tripulación suplente de Soyuz) fue preguntado qué tamaño tenía la desembocadura de esa instalación y contestó: "XXXL".
La tripulación de Apolo utilizaba con fines "sanitarios" unas bolsas especiales que siguen utilizándose hasta hoy en la Estación Espacial Internacional (EEI) como medio de reserva.
En cambio, las naves espaciales soviéticas –a partir del vuelo de Yuri Gagarin– siempre llevaban retretes.
Actualmente el retrete instalado en el segmento estadounidense de la EEI es de fabricación rusa, los de fabricación norteamericana ya se instalarán en las nuevas naves de EEUU.
El 15 de julio de 1975, desde el cosmódromo de Baikonur despegó el vehículo espacial soviético Soyuz-19, y siete horas más tarde desde el Centro espacial John F. Kennedy se efectuó el despegue de la nave estadounidense Apolo.
Al cabo de dos días, el 17 de julio, las dos naves se acoplaron en el espacio, formando un solo vehículo espacial, y permanecieron así por unas 44 horas.