Con cada bocadillo adicional que se llevan a la boca o la inactividad en aumento ante las pantallas durante la epidemia del covid-19, miles de mexicanos incrementan las cifras de otro asesino mortal: la obesidad, que cada año se cobra casi 200.000 vidas en este país, según estimación de expertos.
Desde mediados de los años 90, la cifra de personas con obesidad o sobrepeso en México casi se ha casi triplicado y ahora la Secretaría de Salud estima que 40 por ciento de mayores de 20 años sufren esa condición.
Las autoridades de salud aseguran que ese mal se deriva de una progresiva evolución hacia el consumo de alimentos altamente procesados, ricos en azúcares y grasas.
"En México, la obesidad y el sobrepeso son desde hace tiempo una pandemia que afecta a tres de cada cuatro adultos", recordó Lina Pohl, representante en este país de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante un reciente foro sobre el tema realizado en la capital mexicana.
La FAO advirtió que la calidad de lo que consumen los mexicanos podría deteriorarse aún más debido a las consecuencias económicas de la pandemia, como la disminución de ingresos de las familias y la falta de acceso a alimentos nutritivos.
"Las dietas saludables ricas en frutas, verduras y proteínas pueden convertirse en más inaccesibles para millones de mexicanos", dijo la funcionaria, citando un reporte del organismo mundial que representa.
ASESINO SILENCIOSO
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, portavoz federal que presenta diariamente el informe de la pandemia, dijo la semana pasada que existe un vínculo estrecho entre la obesidad y el alto número de fallecimientos que México presenta por el coronavirus, como una de las principales morbilidades crónicas asociadas.
Según la Secretaría de Salud, de casi 37.000 fallecidos por covid-19, un 70 por ciento presentaba algún tipo de enfermedad pre-existente.
Se estima que al menos uno de cada cuatro fallecidos por el coronavirus era obeso.
"México es uno de los países que ha tenido el más grande daño poblacional por la mala nutrición", señaló López Gatell en una comparecencia ante la prensa en el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal
El responsable mexicano fue invitado a mediados de junio por la Organización Mundial de la Salud a integrarse como miembro de un panel de expertos que creará el Reglamento Sanitario Internacional para contener la propagación del SARS CoV-2.
La obesidad en este país "es una epidemia monumental, que se fue dando a lo largo de cuatro décadas de una mala alimentación, no es solamente una responsabilidad de los individuos", subrayó el alto cargo federal.
DOS VÍAS LETALES
El problema está planteado en dos vías: por un lado, las cifras de muertes por covid-19 se hacen mayores debido a la existencia de los problemas de obesidad.
A la vez, las condiciones de confinamiento y restricciones para contener la pandemia hacen que aumenten los problemas de sobrepeso, según la organización ciudadana Poder del Consumidor.
Esa organización civil está detrás de una fuerte campaña para lograr que en México se haga un etiquetado que deje en claro a los consumidores los contenidos nutricionales de los alimentos que encuentra en los supermercados.
El nuevo etiquetado, que sigue las recomendaciones de organismos internacionales, entrará en vigencia en octubre pese a la presión de las industrias del sector que piden más tiempo.
PUBLICIDAD AGRESIVA
"El problema de obesidad que tenemos no es algo individual, los consumidores nos enfrentamos a una oferta de productos y a una publicidad agresiva que nos lleva a la mala alimentación", explicó a Sputnik la portavoz de Poder del Consumidor, Paulina Magaña.
Entre los problemas que se derivan de esa mala alimentación, la obesidad, la diabetes y la hipertensión se convierten en factores que multiplican los riesgos cuando sobreviene una pandemia como la que ocurre ahora, explicó Magaña.
"No es culpa de los ciudadanos, es culpa de un ambiente nutricional desarrollado para favorecer los negocios y no la salud", señaló la promotora social de la participación de los consumidores en temas de interés público.
La rica y variada gastronomía mexicana se vio desplazada en las últimas décadas por una versión más aligerada que se concentró sobre todo en los famosos tacos, que combina una inmensa diversidad de carnes y salsas sobre la ancestral base de la tortilla de maíz.
Esa versión de comida rápida prescinde de muchos beneficios que contienen las preparaciones más tradicionales, a base hongos, flor de calabaza, tomates, cebollas y una multicolor variedad de chiles.
Con otros problemas, como la contaminación del aire o el sedentarismo que afecta al 58 por ciento de la población, se obtiene un cóctel mortal. (Sputnik)