Una frase muy común es “si el cielo te da limones aprende a hacer limonada”.
“El cielo dando limones” es la aprobación en comisiones de la Reforma Electoral del gobernador Miguel Barbosa para prohibir la propaganda de los candidatos.
La iniciativa, que seguramente será aprobada por el pleno, cancela esta publicidad en espectaculares, mamparas, bardas, revistas, libros, diarios, taxis y autobuses.
Esta situación se parece mucho a la escena de Mad Men en la que el publicista Donald Drapper celebra que ninguna tabaquera puede hacer publicidad acerca de lo inocuos que son los cigarrillos.
Todos ven un problema y él descubre una enorme oportunidad: la primera tabaquera en hacer correctamente publicidad será la única que recuerdes.
Gracias a la reforma electoral, el paradigma de comunicación cambiará en las próximas elecciones.
La reforma legislativa está obligando a candidatos y coordinadores a cambiar su paradigma y moverse hacia la comunicación digital.
Es decir, el 2021 será el año electoral de las redes sociales.
Estamos viviendo la migración por completo del sistema político a la virtualidad. No solo con el mensaje, también con el voto electrónico y el PREP Digital, algo que ya debe ocurrir en Puebla y otros estados.
Pero regresemos a las redes sociales.
Siempre he creído en la eficacia de la comunicación digital porque aunque un espectacular es de las mejores herramientas para posicionar una marca, frase o acontecimiento, las redes sociales BIEN UTILIZADAS dan una mejor penetración en el público y fidelidad del seguidor.
En política es sumamente complicado predecir si el votante que te ve en un espectacular está satisfecho con tu mensaje o si está creyendo en la imagen que estás proyectando.
Muchas veces son monumentos a la egoteca y no son herramientas adicionales de comunicación.
No me mal entiendan, siempre he creído que una buena campaña -no solo política, publicitaria- requiere de este tipo de espacios publicitarios para ser más agresiva, pero siempre dependiendo de la creatividad.
¿Recuerdan los espectaculares que contaban una parte crucial de una historia en video y terminaban con un mensaje enigmático “quieres saber cómo acaba, ingresa a…”?
¿O recuerdan los espectaculares del marciano que inundó Puebla como un perfecto ejemplo de publicidad expectativa?
Los espectaculares siempre formarán parte fundamental de las campañas de publicidad, pero en el caso de la propaganda política ya había limitaciones previas.
Por ejemplo, la limitación del gasto para los partidos causó que de pronto estos elementos fueran de los primeros revisados en la auditoría de gastos de campaña.
Luego entonces, ya no es recomendable una contratación de varios de ellos. Y desperdigados los espectaculares pierden grado de penetración.
Entonces desde hace años ya era recomendable el uso de campañas de comunicación digital que, ojo, son MUCHO MÁS que solo redes sociales.
Igual que el espectacular, las redes sociales son una herramienta. El mensaje poderoso es diseñado en la estrategia de comunicación.
Y la estrategia de comunicación digital es más que solo videos, es entender cómo socializamos los humanos, cómo nos conmovemos, cómo coincidimos. En el caso de la política es cómo convencemos por la razón y la emoción a un potencial votante.
Pero el votante no es homogéneo. Cada votante es una distinta historia de vida, tiene distintos miedos, intereses, deseos y causas. Ahí está la debilidad del espectacular frente a las redes sociales.
En las redes sociales es posible segmentar, medir, conocer a tu audiencia por grupos grandes o pequeños.
¿Quieres el voto volátil a tu favor? Conecta, conecta a través de las redes sociales y verás cómo esta Reforma Electoral es, en muchos años, la mejor oportunidad para hacer propaganda política.
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