El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) expresó que la crisis sanitaria por el COVID-19 profundizó la recesión económica; sin embargo, el deterioro comenzó en 2018 debido a decisiones públicas tendientes a desalentar la inversión y el consumo. Mediante un comunicado enviado a NotiPress, el CCE sostuvo, esto ocurrió "después de un proceso electoral con muchas declaraciones y señales negativas, algunas que se concretaron incluso desde antes de la toma de posesión". En consecuencia, se vieron afectados sectores de alto impacto para el crecimiento de la actividad productiva, aunado a un ambiente de incertidumbre y generando cautela en la inversión.
Otro factor que agudizó la recesión fue la pandemia de COVID-19, debido a la caída de la actividad productiva. "Los niveles de confianza y las expectativas de crecimiento se han deteriorado continuamente ante medidas erráticas y no favorables para la inversión", expresó el comunicado. El Consejo señaló además, el Gobierno ha tenido una negativa a tomar medidas significativas para contrarrestar el impacto económico derivado de la crisis sanitaria y un plan para generar condiciones favorables en la paulatina reapertura de negocios.
Esta intranquilidad comenzó, según el CCE, antes del inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador en 2018 y se profundizó en 2019. El crecimiento de 0.3% en el año previo a la pandemia fue el peor luego de la crisis de 2009.
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"Es un hecho que en lo que queda del presente año la economía seguirá muy debilitada", agrega el escrito. De cara a 2021, el CCE sostiene que hay pronósticos de repunte de entre un 3 y un 5%. Asimismo, se espera un efecto rebote, un fenómeno natural en economías cuya recesión se mantuvo por varios años. Esto no representa necesariamente una mejora permanente de la actividad económica.
Para el CCE, de existir intenciones de entrar en un ciclo de recuperación a largo plazo se requieren "políticas congruentes" a la reactivación de la inversión productiva, incluyendo infraestructura pública. En este contexto, la opinión de los empresarios es contundente y piden, se "estipulen reglas claras para hacer negocios, sin la posibilidad de que sean manipuladas a capricho por ninguna autoridad, en un ambiente de seguridad y nula impunidad".
A fin de salir de la recesión, los empresarios opinan que es necesario reducir la informalidad de los negocios y aumentar el tamaño de los establecimientos para lograr una mayor productividad de la economía. Asimismo, acabar con los espacios de rezago y la baja productividad en el campo y permitir la migración de los sectores menos productivos a los de mayor productividad. También el CCE sugiere, "adoptar políticas que generen mayor competencia e inclusión para favorecer el emprendimiento y la toma de riesgos" y construir mejor infraestructura que permita unir a todas las regiones del país de manera eficiente a la asociación norteamericana; y mejor regulación y coordinación entre los tres niveles de gobierno.
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