Por medio de una encuesta telefónica llevada a cabo por la firma mexicana Vestiga Consultores, se dio a conocer que el 79% de los empresarios mexicanos encuestados aprueba la visita de estado que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) realizó al mandatario estadounidense Donald Trump entre el 7 y el 9 de julio del 2020 con motivo del inicio del Nuevo Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
La reunión, anunciada desde el mes de junio, dividió la opinión pública ante lo que se percibió como un gesto de sumisión por parte del presidente a la voluntad del actual gobierno republicano, recordando los sentimientos antimexicanos y la promesa de renegociar el anterior Tratado de Libre Comercio que lo llevó al poder en el año 2016.
También se expresaron preocupaciones por la continuidad del gobierno de Trump, quien se enfrenta a la posibilidad de perder la reelección de 2020 ante la creciente popularidad del demócrata Joseph Biden. Hay quienes ven en esta visita una oportunidad del empresario por limar asperezas y aumentar su base de votantes.
Contra esto, la encuesta revela, en palabras de Sergio Díaz, socio director de Vestiga, "un fuerte pragmatismo empresarial en México acerca de la importancia de la relación de nuestro país con el vecino del norte, dejando atrás o de lado los agravios reales o percibidos por vastos sectores de la opinión pública y publicada en este país por parte del presidente estadounidense Donald Trump".
Otra percepción que la encuesta parece desmentir es la presunta hostilidad entre el presidente López Obrador y el sector empresarial. Miembros pertenecientes al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) han criticado en las semanas previas lo que perciben como una falta de apertura del gobierno con la iniciativa privada en cuanto al T-MEC.
Aunado al hecho de que algunos empresarios prominentes se reunirán con ambos mandatorios en una cena de trabajo la noche del 8 de julio, los resultados del estudio de Vestiga afirman que el 71% de los encuestados considera una buena relación entre ambos presidentes como lo más beneficioso; además, el 61% considera "bajo" el riesgo político provocado por la coyuntura electoral de Estados Unidos.
Parece entonces que una parte importante del empresariado mexicano aprueba y acompaña al presidente López Obrador en su decisión de negociar el T-MEC personalmente con Donald Trump. Sin embargo, queda por observar aún la validez de las reservas expresadas por la sociedad civil, así como el futuro del turbulento clima político del vecino del norte.