La pandemia de COVID-19 ha desnudado por completo a la llamada “Cuarta Transformación”, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado tumbos por la manera en la que se ha comportado durante esta pandemia.
El reflejo de este mal trabajo del presidente es la baja en la aprobación de la sociedad mexicana, pues en estos momentos poco, muy poco más del 50 % de los mexicanos respalda la gestión lopezobradorista, recordando que llegó al poder con un increíble 78 % de aprobación.
El error es fácil de señalar. El presidente no ha mostrado ninguna empatía por la desgracia que viven miles de mexicanos con la pandemia de coronavirus; incluso, previo a la contingencia sanitaria ya se mostraba como un “líder” rencoroso y vengativo.
De esta manera, la empatía se convierte en pieza clave para las campañas electorales de 2021, pues el mexicano está necesitado de líderes que entiendan la gravedad de la crisis que vive nuestro país y no pasen el tiempo repartiendo culpas.
Los opositores a López Obrador que buscarán el voto el próximo año deben entender que México cambiará tras esta crisis, pues la gente poco o nada creerá en los cambios luego de lo que ha sucedido con el actual mandatario.
Por este motivo, los expertos en temas políticos deben enfocar sus esfuerzos en que los futuros candidatos comprendan en serio el dolor del mexicano, que la empatía sea real y no solo para captar votos, como sucedió en 2018.
No es nada fácil la encomienda, pues tras todos estos errores del Gobierno Federal y de muchas de las administraciones morenistas, la sociedad ya no entregará su respaldo a cualquiera que le ofrezca maravillas a cambio de su voto.
En este tenor, suspirantes a algún cargo de elección popular deben dejar de caer en el juego de división propuesto desde Palacio Nacional, catalogando a los seguidores a López Obrador como “chairos”, pues en los mal llamados “chairos” está un sector que puede terminar votando por ellos.
Desafortunadamente, este escenario parece poco probable el próximo año, pues la estrategia de división ha pegado fuerte en la sociedad mexicana, lo que daría un nuevo triunfo a Morena por el poco ánimo de los ciudadanos de votar, debido a la poca empatía de la clase política.
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