Cuando Oksana Liukaa vio al conejillo de indias calvo pensó que este pequeño mamífero se adaptaría perfectamente a su familia de gatos Sphynx, cuya principal característica es la ausencia de pelaje.
Oksana vive con sus cuatro gatos esfinge y su conejillo de indias calvo en Estepona, localidad ubicada en la Costa del Sol, en el sur de España.
????Oksana confesó que estaba algo preocupada al principio, pero los gatitos fueron muy amables con Luis hasta volverse uno más de la familia ????❣️???? pic.twitter.com/Z7XVsWZoex
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 26, 2020
Y aunque no muchos apostaron por una sana convivencia entre estas dos especies de animales, Oksana confiesa que, afortunadamente, Luis, el roedor calvo, fue bien recibido.
"Me sorprendió mucho porque tenía mucho miedo por lo pequeño que es, pero luego vivían juntos y yo estaba sorprendida. Lo aman", explica Liukaa.
Liukka admite que su amor por los animales sin pelaje empezó hace unos seis años cuando compró su primer gato Sphynx.
"Ahora mira cuántos tenemos. Simplemente te roban el corazón. Creo que es lo mejor que puedes conseguir. Para nosotros es como si fueran nuestra familia. Podemos decir que un gato Sphynx es como un niño, un mono y un perro todo en uno, ah, y por supuesto, un gato. Pero son más como perros", precisa Liukaa.
Si bien, los conejos calvos deben tener una atención y unos cuidados especiales para garantizar su correcto desarrollo, Luis ya tiene lo más esencial para cualquier ser vivo: el cariño de su peculiar familia.