Atentado contra García Harfuch revela ausencia de inteligencia policial

Atentado contra García Harfuch revela ausencia de inteligencia policial

Foto: Xinhua

El atentado contra el secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, revela una preocupante realidad: no hay inteligencia policial en la lucha contra la inseguridad en el país y, con ello, la debilidad del Estado Mexicano ha quedado comprobada.

 

Esta mañana, sujetos armados atentaron contra el funcionario de la Ciudad de México en Lomas de Chapultepec. Con rifles de alto poder, tipo Barret. El uso de este armamento es el principal elemento que comprueba la deficiente inteligencia en materia de seguridad.

 

Entre 2006 y 2011, el fallido operativo “Rápido y Furioso”, implementado por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos, introdujo 2,500 armas a México con chip y dejarlas pasar hacia la frontera con el objetivo de poderlas rastrear y darles seguimiento.

 

Aunque el operativo falló, consideraron las autoridades mexicanas y estadounidenses que había suficiente inteligencia local para rastrear de manera precisa las armas.

 

En el periodo del operativo, la ATF permitió que 2,500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México, donde grupos de narcotraficantes fuertemente armados combaten entre ellos y con autoridades por el control de las calles desde hace varios años.

 

Hoy, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCMX) informó que 12 personas fueron detenidas como presuntas responsables del atentando en contra del secretario de Seguridad capitalina…

 

Según el vocero de la FGJCDMX, Ulises Lara López, los presuntos gatilleros fueron organizados en cuatro células, conformadas por siete integrantes cada una y concentrados en tres puntos distintos de la capital con el objetivo de atacar a Omar García Harfuch.

 

La precisión de la información ofrecida esta tarde por la autoridad contrasta con la ignorancia sobre el movimiento de este tipo de armas. De acuerdo con especialistas, la infiltración de los fusiles de asalto Barrett calibre .50 debió ser detectada en un operativo de inteligencia previo, pues “no son armas que puedan infiltrarse con facilidad”.

 

“Sucedió con un fusil Barrett, que hasta derriba aviones y que, por supuesto, perforó el blindaje de los vehículos navales”, dijo en un programa radiofónico el asesor de la Secretaría de Marina (Semar), Juan Velásquez, al afirmar que los atacaron con este tipo de armamento.

 

El Barrett calibre .50 (12,7X99mm) está considerado como el rifle más poderoso del mundo. Perfora estructuras blindadas e incluso el cemento y es capaz de derribar aeronaves.

 

Desde 2007, han sido decomisados 190 rifles Barrett en México y en 2018 fue ocupado para emboscar a elementos de la Secretaría de Marina, en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

 

Velásquez explicó que a pesar de que tienen más preparación y capacidad de fuego, las Fuerzas Armadas no pueden usar armas de alto poder. “Los militares no pueden utilizar armas que los criminales sí. Nos referimos a fusiles Barrett y granadas, porque los militares estarían cometiendo crímenes de guerra. No pueden atacar con bazucas con alto poder de fuego”, expresó.

 

La poderosa arma de guerra tiene un peso de 4 kilogramos. Mide 1.5 metros y tiene una velocidad de salida de 854 m/s. Dispara 70 balas por minuto con un alcance de 2,500 metros.

 

Autoridades de Estados Unidos reconocieron que el arma formó parte del operativo “Rápido y Furioso”, cuando se introdujeron a México múltiples armas de grueso calibre con la intención de detectar a grupos criminales que las usan. El plan terminó en un escándalo e investigación de las autoridades en ambos lados de la frontera.

 

Desde entonces, el trabajo de inteligencia policial ha sido deficiente hasta llegar al incidente de esta ocasión. De acuerdo con la información expresada por el vocero de la Fiscalía, hay suficientes fuentes de información para ejecutar labores de inteligencia preventiva, aunque en este caso solo ha sido reactiva.

 

En menos de ocho horas, la Fiscalía descubrió que los presuntos responsables del atentado fueron trasladados al punto en el que perpetrarían el ataque, a las cuatro de la mañana de este viernes. Fueron llevados en dos camionetas Suburban y se les pidió verificar que no hubiera patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Luego de ello, los llevaron a diferentes puntos de la Ciudad de México.

 

Para perpetrar el atentado en contra del funcionario capitalino, los organizadores del ataque, presumiblemente miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, se ubicaron en tres zonas para disparar en contra de García Harfuch: Monte Blanco y Paseo de la Reforma, colonia Lomas de Chapultepec, Miguel Hidalgo, Hamburgo y Florencia, colonia Juárez, Cuauhtémoc, Monte Blanco y Explanada, colonia Lomas de Chapultepec, Miguel Hidalgo.

 

Estos descubrimientos revelados por las cámaras de seguridad detectadas corresponden a investigaciones de inteligencia policial reactiva, no proactiva. Según el análisis del operativo Rápido y Furioso, las autoridades mexicanas tenían desde 2007 la capacidad de rastrear este tipo de armamentos. Su infiltración y funcionamiento en México revelan la ausencia de labores de inteligencia preventiva.

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